El felino es un funcionario público y no pertenece a la familia Cameron, adelantó un portavoz del Gobierno británico.
Uno de los temas que preocupan a los británicos, tras la dimisión de David Cameron, es el destino que tendrá el gato Larry, que es desde el 2011 el ‘ratonero jefe’ de la residencia oficial del primer ministro del país.
El ‘ratonero jefe’. ¿El felino tendrá que empacar sus cosas y abandonar su cómoda residencia?, ¿la renuncia de Cameron lo incluye a él también? La respuesta es negativa. La llegada de Theresa May al poder no significará que Larry tenga que abandonar el que ha sido su hogar en los últimos años.
Así de claro. “Es un funcionario público y no pertenece a la familia Cameron, así que se quedará donde está”, explicó una portavoz de la oficina del Gabinete británico en declaraciones que recoge la agencia AFP.
Cargo y sueldo. Por increíble que parezca, desde hace casi un siglo, es tradición que un gato solucione los problemas de ratones que sufre el 10 de Downing Street (la dirección de la residencia del primer ministro), por lo que Larry ostenta un cargo y recibe un pago de 100 libras al año (unos 120 euros).
Sus orígenes. El ‘primer gato’ del Reino Unido, si cabe la expresión, cuenta con un perfil en la web del Gobierno, donde se explica que fue rescatado del centro de acogida de animales Battersea Dogs & Cats Home.
Sus funciones. Entre sus funciones, se encuentran la de recibir a los invitados y “probar muebles antiguos para la calidad de sus siestas”, mientras que su captura de ratones “se mantiene todavía en fase de planificación táctica”.
¿Se llevaba mal con Cameron? Durante el mandato de Cameron se especuló sobre la mala relación entre el ex primer ministro y el felino. Incluso, se llegó a decir que el mandatario no quería a Larry. Sin embargo, estos rumores quedaron desmentidos en el discurso de despedida del exfuncionario.
Difícil decisión. “En verdad lo quiero”, reveló, tras señalar que le entristece la idea de separarse del felino. Pero aclaró que los empleados de la casa de Gobierno están encariñados con él y que la decisión de dejarlo es la correcta.
Tierna despedida. Y para no dejar dudas, al finalizar la sesión, Cameron publicó una tierna foto en su cuenta de Twitter en la que se le ve sentado acariciando a Larry, que está cómodamente posado en su falda. “Aquí la prueba”, escribió escuetamente el saliente primer ministro.
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