Jacques Cassandri publicó en el 2010 un libro en el se presentaba como el cerebro del robo cometido al banco francés Société Générale en Niza en 1976.
Jacques Cassandri (74), autor confeso del "robo del siglo" en Niza (Francia) en 1976 en el que desaparecieron el equivalente de 27 millones de euros actuales, solo ha podido ser condenado por la justicia francesa por delitos menores.
Cassandri fue condenado por el Tribunal Correccional de Marsella a 30 meses de prisión y 200.000 euros de multa por desvío de fondos, trabajo irregular y tráfico de influencias, delitos ligados a sus negocios inmobiliarios.
La justicia no pudo imputarle por el robo de un banco de Niza, porque cuando publicó su libro-confesión ese delito ya había prescrito. Tampoco se le consiguió condenar por el blanqueo del dinero sustraído, porque como reconoció el fiscal Etienne Perrin no se consiguió establecer el origen de su fortuna.
El proceso por el ‘robo del siglo’
Cassandri consideró "moderada" la condena y apenas pudo ocultar su satisfacción. El escritor no tendrá que ingresar en prisión a causa de su elevada edad y porque ya estuvo medio año en prisión preventiva.
Una pena simbólica para un hombre que durante la vista oral en febrero pasado aseguró que el libro “French Connection” en el que se presentaba como el cerebro del golpe no era más que "una novela", una "fanfarronería".
Durante el proceso, negó haber participado en el robo cometido en una sucursal de la Société Générale de Niza el 18 de julio de 1976. Los asaltantes excavaron un túnel desde las cloacas para acceder al interior de la entidad, perforar el muro de la caja fuerte y llevarse el contenido de 317 cajas de seguridad, no sin antes escribir con tiza la frase: "ni disparos, ni violencia, ni odio".
Estrategia fiscal
Durante años, los investigadores habían considerado que el cerebro del robo fue Albert Spaggiari, fallecido tras haberse fugado del despacho del juez instructor. Pero la publicación de "French Connection" en 2010 bajo el seudónimo de D'Amigo cambió las cosas y llevó a la justicia a centrarse en la figura de Cassandri, un conocido miembro de la mafia marsellesa.
Los investigadores pusieron el foco en el blanqueo del botín, ya que eran incapaces de imputarle por un robo que ya estaba prescrito. Los fiscales consideraron que el dinero fue a parar a las actividades empresariales de Cassandri, en particular la apertura de una conocida discoteca de Marsella y a operaciones inmobiliarias en Córcega.
Pero el fiscal, Etienne Perrin, reconoció durante la vista que no había pruebas para relacionar el dinero de Cassandri con el del robo, por lo que renunció a pedir condena por ese delito. En cambio, mantuvo otras acusaciones, que le llevaron a pedir 5 años de prisión y 300.000 euros de multa. (Con información de Efe)
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