Las personas recibieron el 2018 dándose un chapuzón con divertidos disfraces y desafiando las bajas temperaturas.
Hasta 10.000 personas de diferentes nacionalidades se bañaron este lunes, contra el viento y el frío, en la playa holandesa de Scheveningen, en La Haya. Los europeos tienen la tradición de recibir el año sumergiéndose en la gélida agua del mar del Norte y en el mar adriático.
"Es verdad que el agua estaba helada, pero una vez que estás dentro, se lleva mejor. El ambiente es muy agradable. Dicen que así no pasas frío el resto del año, a ver si es verdad", dijo a Efe Teresa Sanz, ingeniera catalana que está pasando las fiestas en La Haya y que participó en el baño de comienzo de 2018.
Con un fuerte viento y una temperatura de 8 grados centígrados en La Haya, el nuevo año comenzó más suave que el 2017, cuando la gente se bañó a 0 grados, con una sensación de 4 bajo cero, según la agencia meteorológica de los Países Bajos.
La temperatura del agua ha estado este año entre 5 y 8 grados, por lo que tampoco ha habido ningún susto tras el baño y la mayoría de los participantes se dirigieron a tomarse un vino o un chocolate caliente frente al escenario de música que la organización ha levantado en la playa.
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