Francisco cree que los encubrimientos de abuso sexual ocurrido hace décadas no pueden juzgarse con los ojos de hoy. "Era la manera de pensar en los siglos pasados” dijo.
El papa Francisco aseguró que hay una mayor conciencia sobre el fenómeno de los abusos sexuales dentro de la Iglesia, y afirmó que no le temblará el pulso para negar la gracia a todo cura condenado por ello.
"Es cierto que la Iglesia está bajo acusación, todos lo sabemos, conocemos las estadísticas", reconoció el papa argentino ante los periodistas que lo acompañaban a bordo del avión que lo trajo desde Estonia a Roma.
"Si sólo un sacerdote ha abusado de un niño, es algo monstruoso", insistió.
"Entiendo que los jóvenes estén escandalizados por esa corrupción", dijo el pontífice, quien se reunió con jóvenes de Estonia para hablar de esos temas.
"Ellos saben que eso sucede en todas partes", admitió, "pero dentro de la Iglesia es más escandaloso, porque debe conducir a los niños a Dios y no hacia la destrucción", dijo.
Los abusos 'se escondían en las casas'
El papa argentino, que habló en italiano, aseguró que el fenómeno ha disminuido en los últimos años con respecto a los años 70.
"La Iglesia se ha dado cuenta de que tenía que luchar de otra manera", dijo al citar el ejemplo de Estados Unidos.
"En el pasado se escondían esas cosas. También se escondían en las casas, cuando los tíos violentaban a una sobrina o cuando el papá abusaba de los hijos. Se escondía porque era una gran vergüenza", insistió.
"Era la manera de pensar en los siglos pasados, o en el siglo pasado", agregó, enfatizando que uno no debería juzgar el pasado con los ojos de hoy.
Francisco citó como ejemplo el hecho de que en el Estado del Vaticano se aplicó por siglos la pena de muerte mientras que hoy en día es el líder mundial en la batalla contra esa condena.
Informe de Alemania
Interrogado sobre el informe presentado este martes por la iglesia católica de Alemania, que revela abusos sexuales masivos durante décadas, el papa no quiso hacer ningún comentario y prefirió hablar sobre el viaje de cuatro días a los países bálticos que acaba de concluir.
El documento de Alemania, cuyo contenido fue filtrado a la prensa a mediados de septiembre, reconocía que al menos 3.677 víctimas entre 1946 y 2014, en su mayoría niños menores de 13 años, sufrieron abusos perpetrados por unos 1.670 clérigos.
Ante la magnitud del fenómeno, el pontífice argentino convocó para febrero del 2019 en el Vaticano a los presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo para elaborar las medidas para "proteger a los menores" dentro de la institución. (AFP)
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