Efraín Soria y Xavier Benalcázar se dieron el ‘Sí’ en una emotivo ceremonia que llegó como la culminación de una larga lucha en las tribunales para que el Estado reconozca su unión. Esta es su historia.
Un apasionado beso y el "Sí" mutuo sellaron este fin de semana las nupcias entre Efraín Soria y Xavier Benalcázar, una pareja homosexual reconocida por su lucha en favor del matrimonio igualitario en Ecuador y la primera que presentó una demanda para que su unión fuera aceptada por la autoridad y la ley. La pareja se casó el último sábado en una emotiva ceremonia desarrollada en el Centro de Arte Contemporáneo, un edificio patrimonial de Quito que se visitó con la bandera multicolor que identifica al colectivo LGBTI (Lesbianas, Gay, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales).
Personajes del mundo del arte, de la política, familiares y amigos acompañaron a Soria y Benalcázar en la ceremonia civil, en la que suscribieron el acta que certifica su matrimonio en el Registro Civil. Soria, visiblemente emocionado y en medio del grito "¡Vivan los novios!", agradeció a la autoridad y al más de un centenar de personas que le acompañaron el día de su boda. "Me voy a poner a llorar de la felicidad", aseguró tras afirmar que su boda no es un simple acto, sino que también puede ser entendida como una acción de aprendizaje, de tolerancia y de respeto.
"Queremos educar a la gente" y decirle "que no se acaba el mundo" por aceptar este tipo de ceremonias, que "tiene que madurar, que tiene que educarse" y que los grupos hasta ahora discriminados se tienen que "empoderar y hacer de éste, un mundo más saludable", remarcó Soria. El activista reconoció que ha habido avances en torno a la legislación sobre los derechos del colectivo LGBTI como el matrimonio igualitario, pero denunció que aún están vigentes agudos problemas: "La violencia, el estigma y la discriminación siguen, por eso tenemos que educarnos", subrayó.
"Lamentablemente este mes tenemos que denunciar el fallecimiento de tres personas transexuales y esto significa violencia. Por eso, esto, más que un acto para mí, para Javier (su pareja), es para educar a la ciudadanía", reiteró Soria. Agregó que en la actualidad "hay grupos opositores antiderechos" que quieren mantener las conductas de discriminación contra las mujeres, los indígenas o las personas LGBTI, pero recordó que también "hay que confiar en que el mundo ha cambiado y que ahora es más incluyente". Durante su corta conversación con periodistas, su pareja, Javier, sólo le acompañó con un abrazo: "Estoy emocionado y nervioso. No sé qué más decir en este momento".
Una larga lucha
El casamiento entre Soria y Benalcázar ha podido concretarse en Ecuador luego que el Pleno de la Corte Constitucional aprobara en junio pasado dos recursos legales presentados por separado por las parejas formadas por Soria y Benalcázar y la de Rubén Salazar con Carlos Verdesoto. La Corte, después de un largo proceso de estudio, decidió respaldar la opinión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), que en enero de 2018 se pronunció a favor de los derechos de la población LGBTI a la igualdad y no discriminación, identidad de género y derechos de familia.
El fallo de la Corte Constitucional de Ecuador dio pie a la legalización del matrimonio civil de parejas homosexuales, pues hasta entonces sólo se reconocía el matrimonio heterosexual y como un elemento de menor protección la unión de hecho. Según la Defensoría del Pueblo de Ecuador, con esa decisión su país se sumó a otras naciones que han aprobado reformas legales sobre matrimonio igualitario como Argentina, Brasil, Costa Rica, Colombia y Uruguay. Gracias a esa reforma, el pasado 18 de julio, en la ciudad costera de Guayaquil, en el suroeste de Ecuador, se oficializó la primera boda civil entre dos personas del mismo sexo.
Alexandra Chávez, de 41 años, y Michelle Avilés, de 23, se casaron en el Registro Civil de esa urbe porteña y su decisión se convirtió en la primera de ese tipo en Ecuador. Asimismo, el pasado 5 de agosto, la activista Pamela Troya y su pareja Gabriela Correa, impulsoras de la lucha por el matrimonio igualitario, también contrajeron nupcias y desataron la euforia del colectivo que, según Soria, prepara más bodas en el futuro. Las parejas lo piensan bien, porque este "debe ser un momento muy bonito" en la vida, remarcó el activista. EFE
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