El hombre era su esposo y el padre de sus cuatro hijas, de quienes presuntamente abusaba. Las autoridades de Argentina detuvieron a la madre y a una de sus hijas, que también confesó haberlo apuñalado.
Una mujer mató de 185 puñaladas a su esposo y padre de sus cuatro hijos que la forzaba a ejercer la prostitución, informaron medios de Argentina. La policía detuvo a la acusada, Paola Córdoba (38 años), y a una hija de la pareja, Milagros (18), dijo a los medios una fuente de la. El hombre fue identificado como Alberto Naiaretti (46), dueño de un almacén y un lavadero de autos, a quien las mujeres y sus familiares acusan de abusos.
"Él la obligaba a prostituirse. No la dejaba dormir y le decía que si se dormía se terminaba todo, la iba a matar", relató a la prensa local la hermana de la mujer, imputada por homicidio. A pesar de la polémica que ha despertado el caso y la detención de las mujeres, ambas siguen presas. Un juez había dispuesto su liberación, pero la fiscal a cargo del caso, Silvia González Bazzani, apeló y logró que sigan detenidas.
“Él me iba a matar”
Según la prensa argentina, ambas mujeres confesaron haber participado en el asesinato del hombre. "Yo maté a mi marido porque sabía que él me iba a matar", según cita Perfil. “Yo agarré uno de los cuchillos que estaba en el piso y lo clavé a mi papá, no sé si una o dos veces y después lo solté de nuevo. Mi mamá siguió, ella lo seguía apuñalando”, dijo la hija, de acuerdo con el mismo medio.
"¿Me van a meter presa por matarlo a él? La muerta iba a ser yo", dijo Paola a sus familiares tras su arresto, según cita el diario Clarín. El crimen ocurrió el pasado sábado 10 de marzo en una vivienda de la localidad de José C. Paz. Previamente, Paola Córdoba había denunciado a su pareja más de 20 veces desde 2017 por violencia de género, según la Unidad Fiscal de Investigaciones (UFI) del distrito Malvinas Argentinas, al norte de Buenos Aires. La pareja tuvo otros tres hijos de 13, nueve y seis años.
Violencia constante
Córdoba y Naiaretti, que comenzaron a salir cuando él tenía 23 y ella 15, llevaban más de 20 años de convivencia, según los investigadores. Vecinos dijeron a la justicia que el marido golpeaba con frecuencia a Córdoba y la obligaba a instalarse a la vera de la ruta 8, que une la capital con ciudades de la pampa húmeda, para ofrecer servicios sexuales. "Él maltrataba a los chicos, a Paola, era una mala persona", dijo a la prensa María Córdoba, hermana de la acusada.
María había recibido el sábado un mensaje de Milagros a través del teléfono móvil: "Se están peleando mal. Tengo miedo, papá está re sacado”, dijo en uno. “Vení porque mamá mató a papá", agregó luego. "No puedo negar que mi hermana lo haya encontrado violando a su hija. Creemos que abusaba de los chicos. Paola nos decía que no, porque le tenía miedo, pero siempre que se peleaban y ella se iba de la casa se llevaba al nene. Nosotras teníamos miedo por las nenas”, comentó la hermana.
(Con información de AFP)
Comparte esta noticia