Seguidores del exmandatario brasileño Jair Bolsonaro invadieron el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema, después de haber irrumpido antes en el Congreso en actos golpistas contra el presidente Lula da Silva a una semana de haber asumido el cargo.
Cientos de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro invadieron este domingo el Congreso, el Tribunal Supremo y el palacio presidencial de Planalto, sedes de los poderes en Brasilia, causando numerosos destrozos, según imágenes difundidas por la televisión brasileña y las redes sociales.
Los manifestantes protestan contra el regreso al poder de Luiz Inácio Lula da Silva, quien derrotó a Bolsonaro en la segunda vuelta el 30 de octubre y fue investido hace una semana como nuevo presidente de Brasil.
Los bolsonaristas piden una intervención militar para derrocar al recién electo presidente
Las imágenes de medios como la cadena de televisión Globo News y otras difundidas en redes sociales también mostraron a los alborotadores invadiendo instalaciones del Congreso, pero también llegando hasta el palacio presidencial de Planalto y del Tribunal Supremo -máximo tribunal- de Brasil, ubicados en la misma área donde se concentran los tres poderes del Estado, la denominada Explanada de los Ministerios.
En lo que se estaba desarrollando rápidamente como un episodio grave de inestabilidad política, las autoridades acordonaron el área alrededor del edificio legislativo en Brasilia. Sin embargo, cientos de partidarios de Bolsonaro que se niegan a aceptar la victoria electoral de Lula se abrieron paso, superaron las vallas, subieron por las rampas y se congregaron en el techo del edificio de arquitectura modernista, constató un reportero de la AFP.
Las impactantes imágenes divulgadas en los medios y las redes recuerdan a la violenta invasión del edificio del Capitolio en Estados Unidos el 6 de enero de 2021 en Washington por parte de los partidarios del entonces presidente republicano Donald Trump, un aliado de Bolsonaro, para impedir la certificación del demócrata Joe Biden como vencedor de las elecciones.
La marea de personas también irrumpió dentro del Congreso nacional, muchos ondeando banderas brasileñas en un tinte patriótico similar. En ese edificio es donde el Senado y la Cámara de Diputados de Brasil llevan a cabo sus sesiones legislativas. Las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos en un intento fallido por dispersar a los manifestantes.
Centenares de bolsonaristas radicales están acampados frente al Cuartel General del Ejército, en Brasilia, desde el día posterior a las elecciones del pasado 30 de octubre, en las que Lula derrotó a Bolsonaro.
Lula da Silva, quien está de visita en el interior del estado de Sao Paulo, no se encontraba este domingo en Brasilia.
Patrullas de la Policía Legislativa, que vela por la seguridad en el Congreso, fueron atacadas y las barreras que acordonaban las sedes de los tres poderes fueron destruidas por los manifestantes.
Bolsonaro, quien perdió por estrecho margen ante el expresidente Lula (2003-2010) en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 30 de octubre, salió de Brasil a fines de año y viajó a Estados Unidos, al estado de Florida (sureste), donde ahora reside Trump.
Piden derrocar a Lula da Silva
Los actos antidemocráticos piden la intervención militar de las Fuerzas Armadas para derrocar a Lula, quien asumió la Presidencia hace una semana, el 1 de enero.
Los bolsonaristas radicales no reconocen la victoria en las urnas de Lula, quien en la segunda vuelta del 30 de octubre ganó con el 50,9 % de los votos válidos frente al 49,1 % de Bolsonaro.
Las policías del Legislativo y de la Fuerza Nacional de Seguridad, un grupo de elite de agentes de los diferentes estados, lanzaron gases lacrimógenos para dispersar, sin éxito, a los manifestantes, que portaban banderas del país y algunos estaban armados con palos.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, que desde el sábado había autorizado la actuación de la Fuerza Nacional de Seguridad ante la llegada a la capital brasileña de decenas de autobuses de bolsonaristas, dijo que la voluntad de los radicales "no prevalecerá".
Inmediatamente después de la derrota en las urnas el pasado 30 de octubre, los bolsonaristas montaron campamentos frente a los cuarteles en varias ciudades brasileñas y en muchos lugares permanecen concentrados desde hace dos meses.
Los actos en Brasilia desataron otros en el país, entre ellos en Sao Paulo, donde la Avenida 23 de Maio, una de las principales carreteras urbanas de Sao Paulo, fue bloqueada por bolsonaristas impidiendo la circulación de automóviles cerca del aeropuerto de Congonhas. (Con información de EFE y AFP)
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