Según las últimas encuestas, el ultraderechista ganará la primera vuelta de las elecciones presidenciales con una votación en torno al 40 % de los votos válidos.
La expresidenta Dilma Rousseff aseguró que las elecciones de este domingo en Brasil reafirman la democracia del país y calificó de "peligrosísima" cualquier candidatura que comprometa la soberanía popular del gigante suramericano, en referencia a un posible triunfo del Jair Bolsonaro.
Rousseff, quien gobernó Brasil entre 2011 y 2016 por el Partido de los Trabajadores (PT), fue destituida en 2016 tras un juicio político por irregularidades en el manejo de las cuentas públicas, hecho que la exmandataria ha calificado en varias oportunidades como un "golpe" a la democracia.
"Hoy es un momento muy especial para el país. Estamos reafirmando la democracia de Brasil. La democracia que fue tan golpeada tanto en el impeachment (juicio político destituyente) como en la sucesión del proceso", aseguró la exgobernante tras votar este domingo en la ciudad de Belo Horizonte.
No obstante, al referirse a una posible victoria del candidato ultraderechista Jair Bolsonaro, quien lidera las encuestas para las elecciones a la Presidencia con un 41 % de los votos válidos, Rousseff fue enfática en afirmar que "cualquier candidatura que comprometa a la democracia es peligrosísima".
"Creo que Brasil tiene que reencontrarse con la democracia. Cualquier candidatura, de que quien quiera que sea, que comprometa la democracia de Brasil es una candidatura peligrosísima. Hoy está en la pauta si crearemos un camino democrático o de autoritarismo y fascismo. El candidato que defienda la violencia, el odio y el desencuentro del país consigo mismo comprometerá la democracia", enfatizó.
Las declaraciones de la expresidenta se dieron tras haber acudido a las urnas en medio de aplausos y rechiflas por su candidatura por el PT al Senado, que no fue impedida por la justicia electoral.
Rousseff, quien llegó a la Presidencia tras la bendición que le otorgó el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, volvió este año al ruedo político después de ser destituida como presidenta de Brasil y es favorita para alcanzar un escaño al Senado por el estado de Minas Gerais, el segundo mayor colegio electoral de Brasil. (EFE)
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