El país está sumido desde abril en la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, que ha acabado con la vida de más de 212 personas y ha dejado más de 1,300 heridos.
La violencia regresó este sábado a Nicaragua tras un viernes de relativa calma. Durante la madrugada, las fuerzas del Gobierno de Daniel Ortega atacaron la universidad pública cobrándose la vida de dos jóvenes y dejando más de 15 heridos.
"Estábamos sentados en la grama, terminando de cenar, cuando de repente empezamos a escuchar las bombas, a ver los cuatro drones que sobrevolaban nuestras cabezas, que vigilaban todo el recinto universitario", explicó a EFE "Doctor Veneno", quien no quiso brindar su nombre real "por seguridad".
Según explicó el joven, "los drones desaparecieron a los 10 minutos" pero la situación, lejos de tranquilizarse, empeoró notablemente, pues "comenzaron las ráfagas de los fusiles, no paraban, eran muchas, era constante, como cuando se activa una metralleta".
Rescate a un compañero herido
El estudiante de medicina vivió esta situación desde un área de la universidad acondicionada a modo de hospital, trinchera, vivienda, y usada "para lo que surja, para lo que sea necesario". En ese lugar se encontraba cuando le avisaron que había un herido en el área de la rotonda.
El joven, acompañado del grupo, también de estudiantes, con el que ha formado un equipo de salud, se sacudió el miedo y caminó hasta la barricada de la rotonda que da acceso a la universidad. "Cuando llegué, ya oí el nombre de mi compañero, así que lo localizamos y lo sacamos de allí", narró "Doctor Veneno".
Detalló que, cuando estaban sacando al herido hacia un puesto médico cercano, "solo se oían las balas que pegaban contra el pavimento y nos tuvimos que tirar al piso". Pero el grupo de estudiantes avanzó entre la sangre hasta llegar a su compañero gravemente herido.
Con un balazo en la espalda, el lesionado pedía al grupo que se protegiera, que se fuera de allí, "que estaba muy peligroso", "que se iría arrastrando como pudiera y lograría salir de allí". Pero no pudieron dejarlo y lo llevaron a un hospital "como pudimos", dijo el estudiante de medicina.
Ataques continuos
El joven explicó que cuando él y sus compañeros estaban en el hospital acompañando al lesionado, llegaron dos heridos más y entendieron que era necesario regresar a la universidad para atender a los afectados menos graves, ya que los que recibieron mayor impacto fueron llevados al centro de salud.
Precisó que desde las 01.30 hora local (07.30 GMT) hasta las 08.00 hora local (14.00 GMT) el ataque fue sostenido y continuado, sin tregua. "Los disparos eran violentos y seguidos, no paraban. Desde ahí hasta que terminó, eran más esporádicos, seguro porque ya se había hecho completamente de día".
Nicaragua está sumida desde el pasado 18 de abril en la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la "represión" ha cobrado 212 muertos, 1,300 heridos y más de 500 detenidos.
Las protestas contra el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años consecutivos en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra. (Con información de EFE y AFP)
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