El expresidente del grupo Odebrecht, pasó a cumplir su pena por corrupción en un régimen semiabierto, tras permanecer en prisión domiciliaria desde diciembre de 2017. A partir de este jueves, podrá salir durante el día de su casa y estará obligado a volver a ella por las noches.
Marcelo Odebrecht, expresidente del grupo Odebrecht, envuelto en un escándalo de corrupción de dimensión internacional, pasó a partir de este jueves a cumplir su pena por corrupción en régimen semiabierto, tras permanecer en prisión domiciliaria desde diciembre de 2017.
El empresario, condenado por corruptelas destapadas en la petrolera estatal Petrobras y que después decidió colaborar con las autoridades para confesar los delitos practicados en Brasil y en otros países, podrá salir durante el día de su casa y estará obligado a volver a ella por las noches.
Una de las primeras cosas que hizo el heredero del gigante Odebrecht fue visitar este mismo jueves la sede de la empresa en Sao Paulo, ciudad donde cumplía la prisión domiciliaria en su mansión de 3,000 metros cuadrados.
Según indicaron fuentes de la compañía a Efe, Marcelo Odebrecht estuvo alrededor de una hora y media en la sede de la compañía, saludó a algunos trabajadores y "abrazó a algunos amigos".
"Algunas personas celebraron su visita y le dijeron: bienvenido de vuelta", comentaron las citadas fuentes, que no confirmaron si en los próximos días Marcelo Odebrecht hará una nueva visita.
En diciembre de 2017, el expresidente de Odebrecht obtuvo el régimen de prisión domiciliaria tras pasar tan solo dos años y medio entre rejas, en una celda en la sede de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba, en el sur de Brasil.
Ahora pasará dos años y medio en régimen semiabierto y después pasará al régimen abierto, en el que sólo tendrá que estar los fines de semana en casa.
Captura y sentencias
Marcelo Odebrecht fue detenido en junio de 2015, en el marco de la Operación Lava Jato, que investiga desde hace más de cinco años los millonarios desvíos de fondos en Petrobras y que ha llevado a prisión a decenas de empresarios y políticos, entre ellos al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado desde abril de 2018.
En 2016, fue condenado a 19 años y 4 meses por corrupción, blanqueo de capitales y asociación ilícita, y a finales de ese mismo año, él y otros 76 exejecutivos de la empresa firmaron un acuerdo de colaboración con las autoridades brasileñas.
En sus testimonios, confesaron las prácticas corruptas que llevaron a cabo en Brasil y en otra decena de países de Latinoamérica y África, y se comprometieron a no repetirlas.
Gracias a ese acuerdo, Marcelo Odebrecht, que luego fue condenado con más años de cárcel en otros procesos, y los otros exejecutivos implicados en la trama obtuvieron beneficios en sus procesos penales.
Actualmente, el grupo Odebrecht se encuentra en medio de un plan de transformación y este año se acogió a la ley de quiebras para reestructurar su millonaria deuda, mientras continúa colaborando con las autoridades de otros países en los que también actuó de forma ilícita.
Odebrecht ha firmado acuerdos con autoridades de ocho países: Brasil, Estados Unidos, Suiza, República Dominicana, Panamá, Ecuador, Perú y Guatemala, en los que ha reconocido las prácticas ilícitas cometidas, ha aportado pruebas de las mismas y pagado multas millonarias.
EFE
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