Juan Manuel Santos deja la presidencia de Colombia después de 8 años de gobierno y le sucederá en el cargo el derechista Ivan Duque.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que el mayor logro de su Gobierno, que concluye mañana, es la firma de la paz con las FARC, al tiempo que lamentó el asesinato de líderes sociales ocurridos en el país.
"Ninguna paz es perfecta, ni fácil de consolidar, y menos en nuestro país, afectado por tantas formas de violencia. Los asesinatos de líderes sociales son un dolor con el que me marcho", afirmó el jefe de Estado en su última alocución por televisión como presidente de Colombia.
A propósito del tema, la Fiscalía colombiana informó la semana pasada que en lo que va de 2018 ha recibido 1,291 denuncias por amenazas a líderes sociales y desmovilizados de la antigua guerrilla de las FARC.
En su alocución de despedida, Santos dijo además que deja el cargo "con la satisfacción de haber progresado mucho hacia la visión" de "tener una Colombia en paz, con mayor equidad y mejor educada" y que "será la historia la que dará el último veredicto" sobre lo que fue su gestión al frente del país entre 2010 y 2018. "Colombia no puede resignarse a sufrir una guerra sin fin, como si fuéramos un país condenado a la violencia", remarcó Santos, quien mañana pasará el poder a Iván Duque, que gobernará entre 2018 y 2022.
Destacó que intentó frenar la guerra por todos los medios con el apoyo y "la generosidad de la mayoría de los colombianos", especialmente de las víctimas de la violencia, sus "mayores maestras". Insistió en que no es el momento de hacer balances o de mencionar los resultados del Gobierno y remarcó que en esta oportunidad hablaba "desde el fondo" de su alma.
Al referirse a Ivan Duque, Santos enfatizó en que le deseaba "todos los éxitos posibles, por el bien" del país y que cumplirá la promesa de no intervenir para "no ser un aguijón en la nuca" de su sucesor.
Reconoció que:"Ser presidente es un oficio único y lleno de desafíos, que me ha dejado maravillosos recuerdos y también algunos sinsabores, que al fin y al cabo forman parte de la vida". Recalcó en que así como Colombia no podía resignarse a vivir en guerra, el país no puede quedarse indiferente ante los ciudadanos que sufren la pobreza.
(Información de EFE)
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