De los 11 magistrados, seis apoyaron que el expresidente sea encarcelado, mientras cinco estuvieron en contra. El exmandatario tiene hasta el 10 de abril para presentar un recurso.
El Tribunal Supremo de Brasil (STF) ha dado luz verde a la detención y encarcelamiento a Luiz Inácio Lula da Silva, tras rechazar este miércoles su recurso de hábeas corpus para apelar en libertad ante las máximas instancias judiciales una condena a 12 años y un mes de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero.
El organismo adoptó esta decisión por una estrecha mayoría de 6 votos a 5 poco después de la medianoche del miércoles (hora local), tras más de 10 horas de debate. El desempate lo definió la presidenta del Tribunal Cármen Lúcia.
Pese a que la Corte Suprema es el principal tribunal del país, todavía no es definitivo que Lula da Silva ingrese a la cárcel. El líder de 72 años tiene hasta el 10 de abril para presentar un recurso ante el tribunal de Porto Alegre, que lo sentenció por corrupción tras recibir un apartamento de lujo de una constructora involucrada en el escándalo de sobornos de Petrobras.
Según juristas consultados por AFP, Lula podría ser arrestado la semana próxima, cuando el tribunal de segunda instancia que lo condenó en enero analice las últimas objeciones de su defensa. En ese mismo sentido, El País de España refiere que esta etapa es una formalidad y que es mínima la probabilidad de que tenga éxito.
El próximo escenario
La decisión de enviar a Lula a prisión queda ahora en manos del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF4), corte de segunda instancia que amplió de nueve a doce años la pena dictada por un juez inferior y ante la cual cabe aún un recurso para revisar la redacción de la sentencia, pero no el contenido.
Si el TRF4 acepta esa revisión, Lula sólo iría a la cárcel una vez analizado ese recurso, lo cual puede llevar el momento de la prisión a fines de abril.
El recurso negado este miércoles intentaba que Lula conservara su libertad hasta que se agoten otras dos apelaciones que aún le restan, una ante el Superior Tribunal de Justicia y otra ante el propio Supremo, un trámite que podría implicar unos dos años, de acuerdo a la agencia EFE.
Sin embargo, el juez Edson Fachin, instructor en el Supremo del caso Lava Jato, por el que Lula fue hallado culpable de corrupción en esta causa, abrió el camino hacia el rechazo del habeas corpus.
Un reñido debate
El juez Fachin recordó que el mismo Supremo, en 2016, ya declaró constitucional que una pena comience a ser ejecutada una vez que se ratifique en segunda instancia, como es el caso del exmandatario. Según Fachin, una apelación de esta naturaleza sólo puede concederse "en favor de alguien que tenga amenazada su libertad por alguna ilegalidad o abuso de poder", lo que "no es el caso", agregó.
Uno de los votos más esperados era el de la jueza Rosa Weber, quien ha expresado su convicción personal de que una persona no puede ir a prisión hasta que se agoten todas las apelaciones, pese a lo cual también rechazó el recurso en favor de Lula.
"He negado recursos similares en respeto a lo que en 2016 había decidido el pleno de la corte", y "lo hice incluso en contra de mis convicciones personales", declaró Weber citada por EFE. Sin embargo, abrió la posibilidad de revisar su voto si en un futuro se juzga no un "caso específico", como el de Lula, sino uno de "repercusión general”.
Los magistrados Marco Aurelio Mello y Ricardo Lewandowski, quienes también se inclinaron por aceptar el recurso, presionaron a la presidenta de la corte a llevar a votación una revisión de la decisión de 2016, pero la discusión no prosperó.
El juicio ha divido a Brasil, donde tuvieron lugar diversas manifestaciones a favor y en contra de Lula los últimos días. Esto teniendo en cuenta que el expresidente es favorito en las encuestas de opinión para las elecciones de octubre, según El País.
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