La respuesta se produce luego que Israel acusara a Irán de lanzar misiles contra su territorio desde sus bases en Siria
El Gobierno de Irán negó que sus fuerzas en Siria dispararan cohetes contra Israel y calificó los bombardeos del ejército israelí como un “acto de agresión” que busca desestabilizar Oriente Medio.
"Los múltiples ataques del régimen sionista (Israel) en suelo sirio, que se hicieron bajo pretextos inventados y sin fundamento, constituyen una violación de la soberanía nacional y la integridad territorial de Siria", denunció el portavoz iraní de Exteriores, Bahram Qasemí.
La respuesta de Irán se produce después de que Tel Aviv acusara a Teherán de lanzar una veintena de misiles contra su territorio desde sus bases en Siria, lo que desencadenó un gran ataque israelí en el país árabe.
Qasemí no comentó en su comunicado las afirmaciones de Israel sobre la destrucción de la infraestructura militar iraní en Siria y se limitó a subrayar que el régimen de Damasco tiene derecho a responder "en legítima defensa".
Ataques
Irán respalda al presidente de Siria, Bachar al Asad, en su lucha contra los terroristas y la oposición armada con asesores militares de los Guardianes de la Revolución y con milicianos chiíes sobre el terreno. La presencia iraní y de su aliado, el grupo libanés Hezbolá, en Siria preocupa en extremo a Israel, que ve como sus enemigos toman posiciones cerca de sus fronteras.
Al respecto, el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, pidió a Al Asad que "se deshaga" de Irán en su país, en concreto de las Fuerzas Al Quds, la unidad de élite de los Guardianes de la Revolución.
En opinión de Teherán, los ataques israelíes tienen el objetivo de, en el marco del conflicto sirio, "inclinar la balanza a favor de los grupos terroristas". "Los principales patrocinadores de estos grupos terroristas lanzaron ataques directamente contra Siria con la esperanza de compensar las fuertes derrotas sufridas por los mismos extremistas que ellos crearon", afirmó Qasemí.
EFE
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