La liberación del hombre canadiense y la mujer estadounidense, cuyos tres hijos nacieron en cautiverio, fue una colaboración entre Pakistán y EE.UU.
El canadiense Joshua Boyle y su esposa estadounidense, Caitlan Coleman, viajaron en el 2012 por varias repúblicas de Asia central: Uzbekistán, Kirguizistán, Tayikistán y finalmente, Afganistán. Fue allí donde los talibanes los secuestraron. Cinco años después, con tres hijos nacidos en cautiverio y luego de varios pedidos de ayuda a las autoridades de EE.UU., sus captores los trasladaron a Pakistán, donde el Ejército local los liberó gracias a datos de inteligencia que les dio Washington, según confirmaron en un comunicado este jueves
"Todos los rehenes han sido recuperados sanos y salvos y serán repatriados a su país de origen", indicó en un comunicado la oficina de comunicación militar del país (ISPR). La información estadounidense les indicó que los secuestrados habían sido trasladados a su territorio el 11 de octubre a través de la zona tribal de Khurram, fronteriza con Afganistán. "El éxito subraya la importancia de compartir inteligencia y el compromiso de Pakistán en la lucha contra esta amenaza a través de la cooperación entre las dos fuerzas (estadounidenses y paquistaníes) contra el enemigo común", agregaron.
Secuestrados. Luego de cuatro años de su desaparición, los talibanes publicaron en diciembre de 2016 un vídeo de la pareja acompañada por dos de sus hijos nacidos en cautiverio, en el que pedían ayuda al todavía presidente de EE.UU., Barack Obama, y a su sucesor, Donald Trump. "Hoy es 3 de diciembre de 2016. Hemos esperado desde 2012 para que alguien entienda nuestros problemas (.....) Pedimos que rápido, en nuestro cuarto año de prisión, se alcance un acuerdo para que obtengamos la libertad", dijo ella.
Coleman pidió a Obama que, conociendo la importancia que este le da a su "legado", diese a sus captores algunas cosas que reclamaban para que pudiesen "abandonar la región de manera permanente". Al actual presidente de su país le pidió que les entregase dinero. Boyle le pidió en el mismo clip a los servicios exteriores de Canadá y EE.UU. que, por sus hijos, atendiesen las demandas de los talibanes." Quizás piensan que mi familia se podría ir de aquí si quisiéramos, pero solo podemos prometer que no podemos. Quizás subestiman la ignorancia y arrogancia de esta gente".
Colaboración agitada. La liberación de Boyle, Coleman y sus hijos se produce en un momento de tensiones entre Pakistán y EE.UU., después que Trump afirmase el 21 de agosto que el país asiático tenía "mucho que perder" si continuaba "albergando" a terroristas. Islamabad, sede del Gobierno paquistaní, negó las acusaciones y pospuso varios viajes oficiales entre ambos países, entre ellos el del ministro de Exteriores, Khawaja Asif, quien viajó a Washington siete semanas después.
Adicionalmente, el Parlamento paquistaní aprobó por unanimidad el 30 de agosto una resolución que proponía el cierre de las rutas de abastecimiento hacia Afganistán para las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN. En medio de la tensión entre los más altos niveles de ambos Gobierno, una colaboración militar permitió el rescate de los cinco miembros de este familia, cuya vida volverá a comenzar. (Con información de EFE)
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