Este rebrote, que ya sobrepasa los mil casos, es atribuido al incumplimiento de las medidas de restricción en los centros de cuarentena establecidos para los viajeros procedentes de extranjero.
Melbourne, la segunda ciudad más poblada de Australia con alrededor de cinco millones de habitantes, se someterá a partir de la medianoche del miércoles a un confinamiento de seis semanas tras un rebrote de la COVID-19.
Las autoridades locales anunciaron este martes la medida recomendada por Sanidad con el fin de controlar la expansión de los nuevos casos detectados, muchos de los cuales se han producido por contagios locales y varios en focos desconocidos.
Este rebrote, que comenzó a agravarse hace dos semanas y que ya sobrepasa los mil casos, es atribuido al incumplimiento de las medidas de restricción en los centros de cuarentena establecidos para los viajeros procedentes de extranjero.
"Estamos en una posición más precaria, de mayor reto y potencialmente más trágica que donde estuvimos hace unos meses", dijo el jefe del Ejecutivo del estado de Victoria, Daniel Andrews.
Además del área metropolitana de Melbourne, el gobierno regional también ordenó el aislamiento del municipio rural de Mitchell, de unos 44 000 habitantes.
Australia, con poco más de 8 500 casos confirmados desde el inicio de la pandemia, incluidos 106 fallecidos, había logrado contener el avance del virus hasta el actual rebrote. (EFE)
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