El dictador venezolano hizo este anuncio al término de una marcha de trabajadores de la empresa Conviasa en rechazo a las restricciones. "Vamos a buscar justicia en los tribunales internacionales", afirmó.
Venezuela demandará a Estados Unidos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por las sanciones que emitió el pasado viernes contra la aerolínea estatal Conviasa, anunció este lunes Nicolás Maduro.
Al término de una marcha de trabajadores de la empresa en rechazo a las restricciones, Maduro dijo que pidió a sus funcionarios y a la Procuraduría preparar de "inmediato una demanda" ante la CIJ "contra el gobierno de Estados Unidos por el daño que se pretende hacer" a Conviasa.
"Venezuela va a buscar justicia en los tribunales internacionales", afirmó el mandatario socialista a las afueras del palacio presidencial de Miraflores, punto final de la movilización.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció sanciones contra la aerolínea estatal, que bloquean cualquier transacción entre ésta y ciudadanos y empresas de ese país.
La medida se suma a una batería de castigos de Washington para forzar la salida del poder de Maduro, que incluyen un embargo petrolero desde abril pasado y un bloqueo financiero.
Maduro, quien tachó la nueva disposición de "irracional", responsabilizó al líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por medio centenar de países.
Guaidó "dijo a sus amos del norte: sanciona esta empresa, incrementa las sanciones contra Venezuela", expresó el gobernante sobre el jefe parlamentario, quien realiza una gira internacional desde el pasado 19 de enero tras burlar una prohibición de salida del país.
Durante su periplo, Guaidó fue recibido el pasado miércoles en la Casa Blanca por el presidente Donald Trump, quien un día antes, ante el Congreso del país norteamericano y en presencia del opositor, prometió aplastar la "tiranía" de Maduro.
Conviasa aseguró este lunes en un comunicado que "seguirá operando con total normalidad".
La CIJ, con sede en La Haya y que trata litigios entre Estados, solo emite opiniones consultivas y no dispone de ningún medio de coerción. Sus decisiones no siempre son aplicadas por los países.
(AFP)
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