Leyenda de la música de 84 años llegó a la capital de Marruecos en silla de ruedas pero con su guitarra ´Lucille´ para participar en el Festival Mawazine
El cantante y guitarrista estadounidense B.B. King aseguró hoy que el blues sobrevivirá el día que él muera, dada la cantidad de jóvenes por todo el mundo que interpretan ese género "mucho mejor" que él lo hacía en sus inicios.
"El blues es hoy mejor que antes. En los 93 países en los que he estado he encontrado gente que lo tocaba muy bien. Sobrevivirá sin mí, porque habrá muchos jóvenes que lo seguirán tocando", aseguró en una rueda de prensa previa a su actuación mañana en el Festival Mawazine.
King, que entró al lugar en silla de ruedas y acompañado de su inseparable guitarra "Lucille", derrochó modestia ante quienes le consideran el tercer mejor guitarrista de todos los tiempos, un puesto, asegura, al que ni siquiera se acerca.
"Los de la (revista) Rolling Stone debían de estar borrachos cuando lo dijeron. Ante eso sólo puedes ser modesto, agradecérselo, rezar y decirles que sigan bebiendo", indicó el cantante en Rabat.
Para esta leyenda del blues, de 84 años, el mejor guitarrista del mundo es, en estos momentos, el británico Eric Clapton, y, sin embargo, indicó que no le gusta reconocer el estilo de éste en los nuevos guitarristas y compositores, porque "cada uno debe tocar lo que siente, a su manera".
Los de su generación, aseguró, fueron autodidactas, y tras varias décadas de carrera profesional él dice no haber encontrado todavía "el equilibrio entre la técnica y el sentimiento".
"Ojalá lo supiera. Si la práctica te mejora yo sería mucho mejor de lo que soy ahora, porque apenas practico. Sólo lo hago cuando escucho a algún crítico decir "¡apesta!"", apuntó el "bluesman", que no piensa todavía en elretiro.
De lo que sí se sintió orgulloso es de tocar ese tipo de música: "El blues ya existía cuando yo nací y sinceramente no puedo decir quién lo inventó, si los esclavos o el hombre blanco, pero me alegro de ser uno de sus discípulos", confesó en la capital marroquí.
No le faltó tampoco la sonrisa al referirse a sus guitarras, de las que procura no separarse. "Lloré cuando me robaron la primera, una Stella roja. Tengo un total de dieciséis. Para mí, mi guitarra es como mi señora, si se han dado cuenta siempre intento que esté cerca de mí", apuntó el estadounidense, no sin precisar que para él "las mujeres son uno de los mejores regalos del planeta". "Todas son bonitas - indicó- y muchas de ellas, guapas".
EFE
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