La estrella pop regresa al ruedo musical con un álbum de 14 temas melancólicos.
Con "Born to Die", su primer disco físico -tras el primero, solo digital-, Lana del Rey vendió casi siete millones de copias, que se redujeron a dos con su siguiente trabajo, "Ultraviolence". Su nuevo álbum, "Honeymoon", salió hoy a la venta buscando recuperar el éxito masivo.
Con una portada sesentera, el disco contiene 14 canciones, de las que se lanzaron dos como adelanto, "Honeymoon" y "High by the Beach", temas pegadizos y que son una vuelta al estilo fresco de su disco más vendido para un nuevo álbum que ha sido bien recibido por la crítica.
"El sonido y la tristeza se mantienen igual en los 14 exquisitos temas", asegura la revista NME (New Musical Express), que sin embargo señala que no es tan diferente de "Born to Die" como la artista había asegurado que sería.
Un cuarto trabajo que tiene el doble desafío de reconectar con la audiencia y de mostrar "hasta dónde puede forzar el personaje antes de que se convierta en una caricatura", agrega NME.
Mientras, la revista Rolling Stone califica el disco de "pegadizo" y de una vuelta "a lo que Del Rey sabe hacer mejor", que es la mezcla de dulzura, romances torturados, lujuria y amargura.
Con temas que recuerdan a su álbum de debut y entre los que destaca una versión de "Don't Let Me Be Misunderstood", el clásico de Nina Simone versionado posteriormente por The Animals, Joe Cocker, John Legend o Jamie Cullum.
Coescrito y producido por Rick Nowels -con el que trabajó en "Born to Die"-, este tercer álbum de Del Rey es un "estudio narcisista sobre la infelicidad" lleno de susurros, suspiros y voces que se entremezclan "como en un sueño en medio de sintetizadores en descomposición", afirma el diario británico The Telegraph.
Canciones melancólicas, que mantienen el estilo de Del Rey y su personaje impostado que tan buen resultado le ha dado en una carrera que comenzó de manera fulgurante desde internet, medio en el
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