El rapero ingresó en una prisión de Nueva York, tras que se le condenara a un año de cárcel por un delito de posesión ilegal de armas el que se declaró culpable.
El rapero estadounidense Lil Wayne, ganador de varios premios Grammy, ingresó hoy en una prisión de Nueva York, poco después de que se le condenara a un año de cárcel por un delito de posesión ilegal de armas del que ya se declaró culpable en 2009.
Dwayne Carter, verdadero nombre del artista, acudió a los tribunales de Nueva York con la cabeza cubierta por una capucha y un gorro gris y, una vez ante el juez, se negó a decir algo antes de conocer la pena impuesta.
Inicialmente estaba previsto que la sentencia se emitiera en febrero, pero fue retrasada primero por una operación quirúrgica a la que el artista se sometió, y luego por el incendio que obligó al desalojo del juzgado de Nueva York donde tenía que comparecer.
"Te queremos. Mantén la cabeza alta", fueron algunas de las frases que gritaron, según detalla la web del New York Post, los cientos de seguidores del artista que se aglomeraron a las puertas del juzgado, junto a un nutrido grupo de fotógrafos y cámaras de televisión.
De su condena de un año, el artista podría cumplir tan sólo ocho meses si demuestra una buena conducta en el centro penitenciario de Rikers Island, en Nueva York, donde, según el diario, planea seguir componiendo.
"Es un músico y un creador imparable", dijo su abogada, Stacey Richman, tras la lectura de la sentencia, momento en que Lil Wayne fue esposado y trasladado a la prisión para iniciar de inmediato su condena.
Los problemas de Lil Wayne con la Justicia de Nueva York empezaron en 2007, cuando un arma cargada fue descubierta en el autobús en el que realizaba su gira musical.
El intérprete de "Tha block is Hot" se declaró culpable del delito de posesión ilegal de armas en octubre de 2009, con lo que evitó que la pena de cárcel fuera superior.
EFE
Dwayne Carter, verdadero nombre del artista, acudió a los tribunales de Nueva York con la cabeza cubierta por una capucha y un gorro gris y, una vez ante el juez, se negó a decir algo antes de conocer la pena impuesta.
Inicialmente estaba previsto que la sentencia se emitiera en febrero, pero fue retrasada primero por una operación quirúrgica a la que el artista se sometió, y luego por el incendio que obligó al desalojo del juzgado de Nueva York donde tenía que comparecer.
"Te queremos. Mantén la cabeza alta", fueron algunas de las frases que gritaron, según detalla la web del New York Post, los cientos de seguidores del artista que se aglomeraron a las puertas del juzgado, junto a un nutrido grupo de fotógrafos y cámaras de televisión.
De su condena de un año, el artista podría cumplir tan sólo ocho meses si demuestra una buena conducta en el centro penitenciario de Rikers Island, en Nueva York, donde, según el diario, planea seguir componiendo.
"Es un músico y un creador imparable", dijo su abogada, Stacey Richman, tras la lectura de la sentencia, momento en que Lil Wayne fue esposado y trasladado a la prisión para iniciar de inmediato su condena.
Los problemas de Lil Wayne con la Justicia de Nueva York empezaron en 2007, cuando un arma cargada fue descubierta en el autobús en el que realizaba su gira musical.
El intérprete de "Tha block is Hot" se declaró culpable del delito de posesión ilegal de armas en octubre de 2009, con lo que evitó que la pena de cárcel fuera superior.
EFE
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