El icónico exlíder de The Smiths impactó al público chileno con una presentación activista.
Simplemente Morrissey, así se puede definir el magnífico concierto que ofreció este miércoles el exlíder de The Smiths en la capital chilena frente a más de 12 mil personas que en todo momento disfrutaron de su espectáculo pero que también le supieron perdonar "sus caprichos artísticos".
Con puntualidad inglesa, un telón negro frente a los instrumentos proyectó un vídeo de The Ramones.
Lo que no esperaban los asistentes es que esta producción audiovisual se extendiera por largos 32 minutos, mostrando discursos de protestas, monólogos y presentaciones musicales de antaño, entre los aplausos, pifias y la paciencia obligada de los espectadores.
Morrissey, más viejo, más canoso, pero con la misma voz de siempre, demostró en el escenario por qué se mantiene vigente después de más de 20 años de carrera como solista.
Morrissey no dejó el micrófono, pero sí permutó el idioma de la canción: "yo nunca dije, yo nunca dije, yo siempre he sido fiel a ti" cantó en español el vegetariano desde los 11 años.
Con melodías que atacan a la represión policial, que piden la independencia de ciudades europeas y acusa el abuso en el consumo de carne, los fieles asistentes chilenos acompañaron en cada coro al exlíder de The Smiths, banda que fue piedra angular para la masificación del british pop.
Interpretando gran parte de su último disco, "World Peace Is None of Your Business", lanzado en julio del 2014, sus músicos mezclaron lo clásico con los nuevos sonidos que incluyen acordeones, flautas e instrumentos de vientos africanos. EFE
Comparte esta noticia