RPP conversó con especialistas en el tema para conocer el viaje del rap en Perú desde su llegada, pasando por sus influencias e impacto social hasta el futuro del género.
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El rapero peruano Nero Lvigi explica la diferencia entre el hip-hop y el rap.
El rap llegó al Perú en la década de los 90, principalmente a través de la influencia de la cultura hip-hop norteamericano. En ese momento, con su surgimiento en los Estados Unidos, este movimiento comenzó a expandirse por diversas partes del mundo, incluyendo América Latina.
En nuestro país, inicialmente se propagó en los barrios de Lima -La Victoria- y Callao. Los jóvenes peruanos se vieron influenciados por la música, el estilo de vida y la estética, por lo que comenzaron a adoptar el género como una forma de expresión artística y como un medio para abordar temas relevantes para sus comunidades, como la desigualdad social, la violencia y la vida en los barrios urbanos.
Entre los grupos que fueron pioneros está Golpeando la Calle (1991), Clan Urbano (2002), Radikal People (2002), Rapper School (2004) y muchos más; pero fue Droopy G (1998) el primero en lanzar un álbum de rap.
Perú y sus primeros sonidos con rima
Tras el boom de Golpeando a la Calle, nació el Movimiento Hip-Hop donde se juntaba la comunidad rapera tanto en el parque Kennedy como en la Alameda Chabuca Granda. A medida que pasaban los años, grupos de rap y solistas se ganaron el corazón del público underground y uno de ellos fue Callao Cartel (2004) que con sus líricas sobre el barrio y la realidad de las calles le dieron otro sentir a la música.
Después llegó Rapper School, conformado por Giancarlo Quiroz Gonzales (Warrior), Braulio Gamarra Guevara (Norick) y Miguel Ángel Calle Cornejo (Street), este último se separó tiempo después; hicieron que el rap peruano llegara a lo internacional haciendo eco en el extranjero.
“Lo interesante es que no necesitan de una industria masiva como la radio o la televisión pasión para salir adelante, creo que ellos han creado su propio circuito, tienen sus propios seguidores y son ellos los que los mantienen vivos. Y esto es bastante significativo porque el rap siempre ha surgido de escenas”, mencionó a RPP el crítico musical Francisco Melgar Wong, quien destaca que es el mismo barrio, la misma comunidad, quienes les hacen el feedback.
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Fusión del rap en Perú y los nuevos sonidos
Actualmente, el rap se ha fusionado con otros géneros musicales y con símbolos peruanos como la danza de tijeras, quechua y el arte chicha. Además, hay un gran resurgimiento de artistas que han mezclado y experimentado con nuestros ritmos y lenguas originarias.
Entre ellos se encuentra Liberato Kani, Pawila Dos Sangres, Whitner FaGo, Renata Flores; así como Inkas Mob; quienes fueron uno de los primeros en hacer trap (subgénero del rap) en Perú. Luigui García Chiok, nombre verdadero del Nero Lvigi, rapero e integrante de IM, es natural de La Victoria y destaca la importancia del género y por qué esa fusión hace que sigan estando vigentes. “Hicimos trap cuando nadie lo hacía”, recuerda el artista, pero ve que mejor es hacerlo propio uniéndolo con la cultura peruana para que tenga un plus.
Si en Estados Unidos, donde nació el rap, samplearon con artistas de los 70, 80, con Soul, Jazz; ¿por qué los peruanos no? “¡Qué mejor que diferenciarse del mundo! Yo me siento identificado con nuestra música afroperuana, y lo que hago con el rap es para diferenciarme. Siempre he querido innovar y dejar huella”, agregó García sobre su amor por esta cultura que le inculcaron sus padres, naturales de San Vicente de Cañete.
Renata Flores, natural de Huamanga, Ayacucho, hace unos años tomó la iniciativa de fusionar con sonidos andinos: "Uno puede fusionar, cantar diferentes géneros, pero yo creo que para sentirnos completos sí o sí deben estar nuestras raíces".
Para Francisco Melgar, esta fusión y combinación de géneros es necesaria ya que la música está en constante evolución: “Si algo quiere ser vigente, tiene que estar abierto a lo que ocurre hoy para poder comunicar con un lenguaje contemporáneo, lo que quiere decir a los jóvenes que viven en el momento actual”.
El rap peruano hace eco en el extranjero
Tanto Inkas Mob como Rapper School son conocidos en Perú, pero cuando se presentan en Chile, México, Uruguay, Venezuela, Argentina, hasta en Europa, el hype es demasiado fuerte. ¿Por qué no sucede lo mismo aquí? Porque allá hay más raps oyentes.
De acuerdo con el Nero Lvigi, en el extranjero hay más cultura hip-hop, lo ven como lo que es: una forma de vida y muchos no entienden la diferencia entre el movimiento y el género. “El hip-hop es una cultura donde dentro está el rap, el graffiti, el break dance, los DJ. Entonces el hip-hop es una cultura y el rap es parte del hip-hop”.
En Colombia, por ejemplo, es tan grande el movimiento que hay festivales como Hip-Hop en el parque; en Chile, Enfermos del rap, donde pronto estará el rapero peruano (11 de mayo); y son lugares donde se consume netamente el género. En nuestro país, “aún está en pañales”, dijo un día Norick, de Rapper School.
“En un evento aquí no hay más de 4 mil personas, cuando en otros países se hacen eventos de más de 10 mil”, sin embargo, el Nero Lvigi tiene fe en que esto cambiará en algún momento: “Considero yo que esto va a ir creciendo”. Cabe resaltar que hace 10 años ningún artista de rap peruano hacía show con 500 personas en un lugar, ahora ya lo están haciendo. “Norick y Rapper School son el estandarte más grande del rap. Han llevado el rap a distintas partes del mundo, a Europa, a Centroamérica, México, todo Sudamérica y en todos los lugares llenan, eso es importantísimo y siempre han sido independientes y siempre han hecho solo rap”, agregó el integrante de Inkas Mob.
De alguna u otra manera, Perú está presente en la retina del mundo, tanto así que Renata Flores, en 2020, fue nombrada como la “reina del trap” por The New York Times y es considerada entre las 50 mujeres más poderosas del Perú, según Forbes. “Siempre voy a querer sacar adelante un proyecto en el que estoy: dar a conocer nuestra música, nuestra cultura y el quechua más allá del Perú para que el mundo pueda conocer lo que somos. Esa siempre ha sido la meta”.
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¿El rap tiene futuro en el Perú? El crítico musical Francisco Melgar lo explica.
¿El rap peruano tiene futuro?
De manera escalonada, el rap ha ido avanzando como género, pero lo que está viviendo la escena ahora es la fuerza que han cobrado las raperas. Capea El Dough (Consigue el dinero, en español) es una canción de Lápiz Consciente y Toxic Crew que se internacionalizó en diferentes países con sus diferentes versiones teniendo a grandes exponentes como Canserbero y Apache.
El año pasado, impulsado por el mismo Toxic Crew, la rapera peruana Nera Cheka junto a varias artistas como Sumeria, Yanna, Core y más; para hacer una colaboración con leyendas como Mary Zi, Elsa Soulec y Sky Sapiens; y de ese junte nació Capea El Dough Féminas Perú.
“Con esta canción se van a dar cuenta de cuán importante son las exponentes femeninas del rap en el Perú que, personalmente, creo que se encuentran entre lo mejor que se está haciendo ahora. Tiene un fraseo y una actitud increíble”, mencionó Melgar Wong.
Para el crítico musical, todas formarán parte del futuro del género en nuestro país porque “siendo el rap un género que tuvo su auge en los 90, donde en esa época existía -existe- una actitud tan machista, tan masculina, tan como los matones del barrio y todo, creo que el hecho de que las mujeres estén haciendo rap también está mostrando una apertura, nuevas formas de pensar y mostrar que el género se pueda proyectar hacia el futuro”.
Leyendas como Rapper One (Radikal People), Sloowtrack, Pedro Mo, Terco92, La Torita, El Paisa y Sofgab han dejado una huella imborrable en la música; y con el auge de más raperas y el crecimiento que ha tenido el género, tiene para rato. En síntesis, “el rap es muy importante, es ritmo y poesía”. “Así es como se define”, sostuvo el Nero Lvigi.
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