Maná no dudó en levantar su voz de protesta contra Donald Trump durante un concierto en la ciudad de Los Ángeles.
El grupo mexicano de rock Maná incendió la noche del domingo Los Ángeles con un concierto en The Forum en el que combinó el rock y el pop de sus mejores éxitos con el mensaje político para promover el voto de los hispanos de cara a las ya cercanas elecciones estadounidenses.
"No queremos racismo, no queremos violencia, no queremos nada de discriminación", gritó el cantante de Maná, Fher Olvera.
"Este país es multicultural, está hecho por inmigrantes. Y le guste o no le guste a 'este cabrón', ya somos más de cincuenta millones de latinos", afirmó el vocalista sin mencionar, explícitamente, al candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump.
Maná, formada por Olvera, Alex González, Sergio Vallín y Juan Calleros, comenzó su concierto, frente a cerca de 18 mil personas, con un vídeo en el que se veía el proceso histórico por el que México fue perdiendo, progresivamente, tierras en favor de Estados Unidos.
A continuación, un muro en la frontera, en referencia a la controvertida propuesta de Trump, se levantaba en las pantallas con palabras como xenofobia o racismo inscritas sus ladrillos, poco antes de que unas coloridas flores acabaran con esa visión.
Esta imagen resumió el contenido político y las consignas que Maná lanza en esta gira en la que pide a los latinos que hagan valer su voto y sus ideas para ser una fuerza decisiva en las elecciones estadounidenses de noviembre.
El concierto se alargó durante más de dos horas y media e incluyó una curiosa versión de "Get Up, Stand Up" de Bob Marley con la que Maná instó a los latinos a que se "levanten por sus derechos".
El grupo culminó su exitosa presentación con dos de las canciones más populares de su trayectoria: "Rayando el sol" y "Clavado en un bar". EFE
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