Durante 120 minutos, los admiradores del rock japonés vibraron con lo mejor de la banda nipona. Temas emblemas como ´Kurenai´, ´Born to be free´ y el mítico ´X´ no dieron descanso a los fans, quienes entonaron cada una de las canciones.
Los fans del rock japonés desafiaron al frío limeño desde las primeras horas de la madrugada. Llegaron hasta las puertas del Scencia para disfrutar de lo mejor de la música nipona al ritmo de X Japan.
Tras recibir a la legendaria banda en el aeropuerto poco antes de la medianoche, los fans llegaron hasta La Molina e iniciaron una cola que siguió creciendo en el transcurso del día, y en donde confluyeron tanto personas del interior del país como extranjeros quienes arribaron a Lima con la ilusión de escuchar a Toshi, Yoshiki, Sugizo, Pata y Heath.
Un grupo de jóvenes niponas siguen a la banda en todos los conciertos que ofrecen en América Latina. Estuvieron con ellos en Chile, Brasil, Argentina, ahora en Perú, y posteriormente seguirán a X Japan hasta México. Además de ellas, otra nutrida representación nipona se hizo presente, así como delegaciones de Ecuador y Colombia, tierras que X Japan no ha contemplado en su primera gira latinoamericana.
Aproximadamente a las 08.00 de la noche se abrieron las puertas del Scencia. Jubilosos fans tomaron el recinto; invocaron uno a uno a los integrantes de la banda y al ritmo de “We are … X” exigieron sus presencias sobre el escenario.
Y finalmente a eso de las 09.15, una melodía clásica resonó. Era la introducción con la cual se dio inicio al concierto esperado por más de una década por sus admiradores. Yoshiki, Toshi, Sugizo, Pata y Heath respondieron al clamor del público.
Para calentar la noche, tocaron su más reciente producción “Jade”, joya musical que los amantes del J-Rock recibieron con gratitud. Posteriormente, siguiendo la pauta marcada en sus shows previos, tocaron temas como “Rusty Nail” y “Silent Jealousy”.
Yoshiki se envolvió con la bandera peruana, la cual, luego, colocó sobre la réplica de su piano de cristal, cuyo original fue subastado a favor de las víctimas del terremoto que azotó a Japón a inicios del año.
Pese al idioma, el público entonó cada una de las canciones. La gente también vibró con el solo de violín de Sugizo, sobre todo cuando interpretó uno de los temas más representativos del Perú “El cóndor pasa”, aunque los gritos de los fans hicieron que por momentos no se pudiera apreciar toda su belleza.
(VIDEO: Sugizo sorprendió a limeños con "El cóndor pasa")
Luego el turno fue para Yoshiki, quien demostró sus dotes con el piano, a través de un solo que emocionó a los miles de asistentes. Era solo el preludio de “Kurenai”, una de las canciones emblemáticas de X Japan. La euforia se desató con “Born to be Free”, una de los temas más esperados de la noche, seguido de “I.V.”.
Yoshiki repitió el plato. Así como en los otros países de Sudamérica, se lanzó hacia el público en dos oportunidades, desatando la euforia del respetable, aunque los guardias de seguridad de inmediato reaccionaban para evitar que el baterista fuera agredido luego de los incidentes en otros paìses latinoamericanos.
Sin embargo, uno de los momentos cumbres de la velada fue la interpretación de “X”. Centenares de gargantas quedaron afónicas con el grito de “We are… X”; centenares de manos se cruzaron al unísono por el tema bandera de la banda.
Con X se cerró la primera parte del concierto. A fuerza del “We are… X”, el público exigía el regreso de la banda de heavy metal más poderosa de Asia. Para sorpresa de los asistentes, Yoshiki apareció vestido de enfermera tratando de auscultar a su compañero Toshi en una escena que arrancó la risa del público.
En la segunda parte, el público vivió cada palabra de “Endless Rain”, ante la atenta mirada del grupo. Posteriormente, el segundo movimiento de “Art of Life”, obra maestra de Yoshiki, anunciaba el final de la fiesta del J-Rock.
Yoshiki se colocó un chullo, y todos se acomodaron para una foto grupal alrededor de una bandera peruana y con los asistentes como fondo. X Japan se despidió de sus fans sudamericanos, quienes aguardan con fe un nuevo concierto de la banda japonesa más importante de todos los tiempos.
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(Angela Espinoza)
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