Saborear un deliciosa chirimoya puede ser tan placentero como tomar un pisco sour de su esencia. Todo esto se encuentra en el distrito ancashino de Llumpa.
Llumpa es uno de los ocho distritos de la provincia ancashina de Mariscal Luzuriaga, bastante conocido por su alto índice de pobreza y desnutrición. Además, es una de las zonas más golpeadas por los deslizamientos y huaicos provocados en época de lluvias.
Sin embargo, la otra cara de este pueblo tiene que ver con algo más dulce y es que Llumpa se ha convertido en la Capital de la Chirimoya por el inigualable sabor de este fruto y su calidad. En el Callejón de los Conchucos es el único lugar donde se cultiva este fruto.
No hay nada más rico que una chirimoya de Llumpa
Ser la principal productora de chirimoya para abastecer principalmente al mercado local y a provincias cercanas como Pomabamba, Asunción y Carlos Fermín Fitzcarral, es un hecho que llena de orgullo a los habitantes de Llumpa, quienes a pesar de sus limitaciones han logrado destacar en las labores frutícolas.
La producción de chirimoya oscila entre 10 y 15 toneladas en una campaña anual que se realiza entre los meses de febrero y junio. Las áreas sembradas de manera dispersa alcanzan un promedio de 12 hectáreas. En estas tierras también se cultivan tunas, palta, naranja, higo, entre otros.
Se dice que el sabor de una chirimoya de Llumpa es único y eso tiene que ver con el cuidadoso proceso que realizan los agricultores desde que colocan la semilla hasta la cosecha, confirma el gerente general de la Municipalidad Distrital de Llumpa, Bernabé Ildefonso Olivos, quien precisa que el clima cálido en el pueblo es bastante favorable.
Saborear un deliciosa chirimoya puede ser tan placentero como tomar un pisco sour de su esencia, disfrutar de un jugo o comer un helado de esta fruta, que se vende a S/. 2.50 el kilo en el mercado.
Los atractivos turísticos escondidos de Llumpa
Llumpa posee importantes atractivos turísticos como Incajaman (sillón del inca) lugar donde se ubica un sillón de piedra labrada, en el cual descansaba el inca. Este lugar está ubicado a cinco kilómetros de la capital del distrito.
También está el recinto preinca Quishuar y la mesa labrada de piedra que era usada por los españoles para celebrar la santa misa, situado en la cima del cerro San Francisco.
Además, Ildefonso expresa que están a punto de crear un circuito turístico conjuntamente con otras municipalidades locales para promover el deporte de aventura en los ríos que desembocan en el río Marañón.
Hablar de sus comidas probablemente abrirá nuestro apetito y es que en este distrito también tienen como plato bandera el picante de cuy.
El rostro de la desnutrición
La desnutrición es uno de los problemas más álgidos de Llumpa. Según el gerente municipal, el 45% de niños menores de siete años de la zona rural del distrito padece de esta enfermedad, motivo por el cual demandó el apoyo del Gobierno Regional de Áncash y de las autoridades de la provincia para contrarrestar este mal.
Es urgente que se pongan en marcha estrategias de salud, nutrición y de educación alimenticia, para darle bienestar a nuestra población. Pero, también requerimos de la construcción de canales de riego, repotenciar la crianza de animales y capacitación agrícola para incrementar la producción de nuestras áreas de cultivo, sostiene Ildefonso.
Los nueve mil habitantes de Llumpa esperan algún día poder pasar el trago amargo del olvido, la postergación y la indiferencia de las autoridades, para saborear mejores condiciones de vida y oportunidades de desarrollo, lo que podría ser más dulce y gratificante que una chirimoya.
Por: Yanet Reyes
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