Enrique Quiñones, presidente de la Asociación Peruana de Operadores de Turismo Receptivo e Interno (Apotur), lamentó que el Gobierno haga cambios intempestivos para que los peruanos, extranjeros residentes y no residentes, cuyo destino final sea el Perú, cuenten con una prueba molecular negativa.
El presidente de la Asociación Peruana de Operadores de Turismo Receptivo e Interno (Apotur), Enrique Quiñones, lamentó que el Gobierno esté haciendo cambios intempestivos respecto a las condiciones para quienes quieran ingresar al país. Como se recuerda, el pasado viernes 17 de setiembre el Gobierno emitió un Decreto Supremo que establecía que los ciudadanos que querían ingresar al Perú debían presentar el esquema completo de vacunación contra la COVID-19, además de una prueba molecular negativa. Sin embargo, ahora el Minsa ha indicado que no es requisito presentar el carné de vacunación.
Para el presidente de Apotur, la disposición del Gobierno de pedir la prueba molecular a los ciudadanos va a afectar el turismo nacional porque, según explica, esta prueba puede costar entre $ 120 y $ 300, lo cual hará que incremente el paquete turístico.
En ese sentido, Quiñones explicó que los cambios en la norma de protocolo anticovid afectará el turismo en Machu Picchu. "A partir del 3 de octubre, ese aforo (2 244 turistas) se reduce nuevamente al 40%, con lo cual los viajeros internacionales y nacionales no pueden planificar sus viajes porque el aforo está reducido al mínimo", dijo.
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