Odrick Abarca tiene 8 años y sueña con ser ingeniero de robótica. Su lucha contra el cáncer no le impide cumplir con su anhelo.
Odrick Abarca tenía 2 años y había desarrollado un padecimiento médico aterrador: un tumor de Wilms crecía en su cuerpo. “Cáncer renal”, le explicaron los médicos a su madre. Su familia tuvo que mudarse de Juliaca a Arequipa para afrontar el tratamiento.
Una mañana, después de su sesión de quimioterapia, Odrick descubrió la robótica mirando un documental en la televisión. No dejó de hablar de la maravilla que se le abrió ante sus ojos. Empezó a soñar con robots.
“Le gustan mucho los documentales, en uno de esos vio sobre la robótica y de allí no ha parado con el tema de los robots”, contó Ana María Huamán, mamá de Odrick.
Ha cumplido ocho años y responde que quiere ser ingeniero de robots cuando le preguntan a qué se dedicará de grande.
Interesado en cada detalle de la robótica, Odrick ahora habla de nanobots, esos robots llevados a nivel microscópico para diferentes usos como la medicina.
“Quiero hacer nanobots que curen el cáncer, quiero ayudar a las personas con todo lo que hago, quiero hacer algo que parece imposible, pero no es imposible”, dijo Odrick.
Su anhelo no es irreal, en la Universidad de Arizona – EE UU, un grupo de investigadores trabaja en la creación de nanobots de ADN que impidan el aporte de sangre a los tumores para frenar su crecimiento.
“Odrick me ha enseñado y contagiado su fortaleza y paciencia para afrontar su mal. Él ha pasado por operaciones y diversos tratamientos con radio y quimioterapia. Es un niño con mucha fe. Está superando este mal, ahora está en la fase de controles”, comentó Ana María.
El sueño
La idea de Odrick de ser fabricante de nanobots que curen el cáncer, surgió de su padecimiento, del dolor de tratamiento y de las largas horas en la cama de un hospital. No quiere que otros niños pasen lo mismo.
El primer paso para cumplir su sueño lo dio gracias a la fundación Art Atlas y el Club de Robótica de la Universidad Católica San Pablo (UCSP).
Odrick se incorporó al Club de Robótica hace una semana. Cuanto llegó quedó maravillado con las piezas, herramientas y toda la tecnología que se puso en sus manos para que fabrique su primer robot.
La Asociación Art Atlas tiene un programa para que niños con cáncer hagan realidad su sueño de ser profesionales por un día. En el caso de Odrick no será por un día, la UCSP le extenderá a un año la beca para que estudie en el Club de Robótica.
“No nos podemos negar a cumplir un sueño tan bonito, además es un alago y orgullo para nosotros que un niño, tan pequeño, quiera ser ingeniero de robótica”, dijo Liz Bernedo, instructora de robótica que le dio la bienvenida al grupo.
Todos los miembros del club le ayudaron a construir su primer robot. El pequeño valiente vio andar su trabajo: Un robot inteligente, capaz de moverse y recibir órdenes para realizar una determinada acción.
Djali Zegarra, directora de Art Atlas, agradeció a la UCSP por acoger su iniciativa y realizar el sueño de los niños que luchan contra el cáncer.
Odrick, gracias a la acción de 6 alumnas del colegio Prescott, ya cuenta con su primer kit de robótica y mientras continúa su lucha contra el cáncer, seguirá construyendo su sueño de ser ingeniero de robótica.
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