Víctor Apaza fue fusilado en la Ciudad Blanca un 17 de septiembre de 1971 por el asesinato de su pareja, ahora es considerado un santo popular.
La tumba de Víctor Apaza Quispe es la más visitada del cementerio La Apacheta de Arequipa en la fiesta de Todos los Santos, al ser considerado el santo de los pobres y a decir de los que lo visitan hace milagros.
Los restos de Víctor Apaza se encuentran en el pabellón San Hilarión del campo santo ubicado en el distrito de José Luis Bustamante y Rivero, hasta donde llegan cientos de personas para dejarle flores y sus pedidos que muchas veces son escritos en papelitos y dejados a los pies de la tumba.
Todos los años entre el 1 y 2 de noviembre la tumba del santo popular se llena coronas y flores y los visitantes forman largas filas tan solo para tocar su nicho y pedir una gracia.
Víctor Apaza fue el último fusilado en Arequipa y a pesar de los reiterados pedidos para que le permitan seguir viviendo, los jueces lo condenaron por el asesinato de su pareja Agustina Belisario Capacoyla.
El fusilamiento de Víctor Apaza paralizó a la Ciudad Blanca un 17 de septiembre de 1971, porque la población siguió de cerca el juicio que se prolongó por más de dos años y muchos creyeron en su inocencia.
A pesar de haber transcurrido 40 años del último fusilamiento, en Arequipa aún la población recuerda al denominado santo popular, por ello hasta hoy la tumba de Víctor Apaza siempre tiene flores, coronas, recuerdos y velas.
Por: Janet Vizcardo
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