Acompañado de las viudas y una gran cantidad de carnavaleros, el féretro del rey de la alegría y la fiesta fue paseado por última vez por la Plaza de Armas de Cajamarca.
El féretro con los restos del rey Momo o rey del Carnaval partió desde el barrio Chontapaccha y continúo por el centro de la ciudad de Cajamarca, acompañado de dos viudas que con llantos pedían que el carnaval se quede ocho días más, pero el personaje de la alegría permanecía inerte en el cajón.
Los restos fueron trasladados hasta el distrito de Baños del Inca, donde una comita lo esperaba para iniciar la lectura del testamento y enterrar los restos del personaje que por varias semanas trajo para Cajamarca días y noches de fiesta y bebida.
Luego del entierro de los restos del Ño Carnavalón, los integrantes del Patronato del Carnaval invitaron a los cajamarquinos a seguir con las tradicionales Unshas para terminar toda la chicha de jora que se preparó para la fiesta más importante de Cajamarca.
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