La progenitora fue hallada responsable del delito de parricidio agravado, pues se determinó que envenenó a su vástago para vengarse del papá del niño, quien la había abandonado.
Los vocales de la Sala Penal de la Corte superior de Justicia del Santa confirmaron la sentencia de 25 años de cárcel para Leydi Ancajima Ortiz, de 24 años, quien asesinó a su hijo de solo tres años en la ciudad de Casma, región Áncash.
La progenitora fue hallada responsable del delito de parricidio agravado, pues se determinó que envenenó a su vástago por despecho para vengarse del papá del niño, quien la había abandonado.
El hecho se produjo el 18 de noviembre del año pasado. La mujer mezcló el veneno con un jugo y le dio de beber al menor dentro de su vivienda de la ciudad de Casma.
Aunque la defensa de la parricida argumentó que ella acabó con la vida de su hijo porque sufría de alteraciones mentales, la pericia psicológica a la que fue sometida, arrojó que actuó con premeditación y que lo único que buscaba era vengarse de su expareja.
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