Arzobispo de Lima afirmó que la procesión del Cristo de Pachacamilla es un regalo que el Perú tiene para el mundo, porque octubre es un mes de alegría y perdón.
El cardenal Juan Luis Cipriani manifestó que el encuentro con el Señor de los Milagros en la procesión es una experiencia de conversión personal.
Señaló que quienes contemplan al Señor de los Milagros sienten la cercanía con Cristo y surgen en sus pensamientos el deseo del perdón.
Mencionó que mucha gente busca al Señor de los Milagros para dar gracias y pedir que se convierta.
"Una sinfonía completamente impresionante, que pocas veces se escucha esa música. Por eso, hasta el himno del Señor de los Milagros hace que afloren o crezcan unos sentimientos que realmente conmueven", agregó.
El arzobispo de Lima afirmó que la procesión del Cristo de Pachacamilla es un regalo que el Perú tiene para el mundo, porque octubre, mes morado, es un mes de sacrificio, de alegría, de dolor y perdón.
En otro momento, recordó que tuvo la oportunidad de ver a monseñor Luis Sánchez-Moreno el día anterior a su muerte.
"Fue un hombre que trabajó mucho, rezó mucho y tuvo una gran devoción a la virgen", destacó.
El arzobispo de Lima también recordó que el 2 de octubre fue un aniversario de la fundación del Opus Dei, una pequeña familia de la Iglesia que nos anima a buscar la santidad en el servicio a los demás, haciendo bien el trabajo y en todas las actividades humanas.
"El pescador, el taxista, el profesor, el periodista pueden tener un encuentro con Cristo en el trabajo", expresó el Cardenal Cipriani quien animó a todos a ser buenos católicos y a ser hombres coherentes.
Señaló que quienes contemplan al Señor de los Milagros sienten la cercanía con Cristo y surgen en sus pensamientos el deseo del perdón.
Mencionó que mucha gente busca al Señor de los Milagros para dar gracias y pedir que se convierta.
"Una sinfonía completamente impresionante, que pocas veces se escucha esa música. Por eso, hasta el himno del Señor de los Milagros hace que afloren o crezcan unos sentimientos que realmente conmueven", agregó.
El arzobispo de Lima afirmó que la procesión del Cristo de Pachacamilla es un regalo que el Perú tiene para el mundo, porque octubre, mes morado, es un mes de sacrificio, de alegría, de dolor y perdón.
En otro momento, recordó que tuvo la oportunidad de ver a monseñor Luis Sánchez-Moreno el día anterior a su muerte.
"Fue un hombre que trabajó mucho, rezó mucho y tuvo una gran devoción a la virgen", destacó.
El arzobispo de Lima también recordó que el 2 de octubre fue un aniversario de la fundación del Opus Dei, una pequeña familia de la Iglesia que nos anima a buscar la santidad en el servicio a los demás, haciendo bien el trabajo y en todas las actividades humanas.
"El pescador, el taxista, el profesor, el periodista pueden tener un encuentro con Cristo en el trabajo", expresó el Cardenal Cipriani quien animó a todos a ser buenos católicos y a ser hombres coherentes.
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