Luego de que ayer los efectivos de la comisaría de Huanchaco repelieran con bombas lacrimógenas a los pobladores que piden justicia por la muerte de un poblador, exigen que cambien a todos los policías de ese lugar.
La ciudadanía de Huanchaco (Trujillo) que multitudinariamente dio el último adiós Gilmer Arteaga Quevedo, un repartidor de gas -que murió trágicamente el domingo por culpa de un irresponsable chofer identificado como Carlos Wright Saldaña que lo atropelló y se dio a la fuga- continua pidiendo justicia y que este asesinato no quede en el olvido.
La protesta ciudadana que fuera repelida ayer con bombas lacrimógenas en las que hirieron a un hombre de la tercera edad y afectaron a niños y turistas ha generado se pida el cambio de todos los efectivos policiales de la comisaría de Huanchaco.
A través de la página comunitaria en Facebook I ♥ Huanchaco, que cuenta con casi 30 miles de seguidores, los ciudadanos no protestaban sólo por la muerte de Gilmer, protestan también, porque los policías el día del accidente capturaron a los culpables y los soltaron, porque sabiendo quiénes son los culpables del accidente, nunca dijeron sus nombres ni a los familiares, recién lo hicieron cuando vieron que el pueblo se levantó.
Así, el balneario de Huanchaco ha vivido días atípicos, pues ese lugar se caracteriza por ser pacífico y turístico que se han visto extrañados por esta situación originada por la inacción policial y el reclamo ciudadano por justicia para Gilmer Arteaga, un hombre que en vida fue muy estimado en ese lugar.
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