La planificación urbana debe trabajar en conjunto con el transporte para garantizar seguridad vial a los ciudadanos y mayor facilidad de movilización en las ciudades. El Grupo de Investigación en urbanismo, gobernanza y vivienda social de la PUCP (CONURB) explicó la situación a RPP.
Si las ciudades del Perú quieren tener una movilidad sostenible e integrada es necesario que, junto a los planes de transporte, se trabaje la planificación urbana. Esta última se refiere al diseño, manejo, formación y transformación de las ciudades.
En los últimos 50 años la población urbana del Perú se ha multiplicado por cuatro, añadiendo casi 20 millones de personas a sus ciudades. Sin embargo, este crecimiento ha ocurrido mayormente de manera informal y no planificada, según indica el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE).
Esto no solamente trae problemas en el acceso a servicios básicos como agua, luz, saneamiento; sino también en el ámbito de la seguridad vial. “La planificación urbana y la movilidad sostenible son casi parte de lo mismo. Tienen una relación directa y necesaria. La planificación toma decisiones que afectan la movilidad. Sin embargo, existe un divorcio entre la planificación urbana y la movilidad sostenible. No se planifica de manera coordinada el transporte y el uso de la tierra”, indicó Andrés Devoto, representante del Grupo de Investigación en urbanismo, gobernanza y vivienda social de la PUCP (CONURB) a RPP.
¿Qué se debe tomar en cuenta cuando se planifican las ciudades y el transporte?
El ordenamiento territorial y el uso de suelos – como por ejemplo decidir si una zona es residencial o comercial – tiene consecuencias directas en la cantidad de personas que pasan por un lugar en específico y por ende en el transporte urbano. Por esta razón los planes urbanos deben tener en cuenta la movilidad.
Por otro lado, estos plantes también deben pensar en la movilidad sostenible para mejorar la salud de las personas y el medio ambiente. “Lima es la ciudad con más ratio de asma en niños en el mundo. Eso es fatal, la polución que genera los autos al aire está matando a nuestros niños y eso es porque la planificación no prevé un enfoque de movilidad sostenible”, indicó Devoto.
Asimismo, la planificación urbana y los planes de transporte urbano tienen que analizar el tráfico y cuáles son las calles o avenidas más concurridas. Esto porque la congestión vial genera pérdidas económicas muy grandes pues las personas pierden demasiado tiempo en esta. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Latinoamérica se pierden 2 horas al día en el transporte público y sabemos que en nuestro país esto puede llegar a ser el doble.
Es urgente que cuando se planifique se busque que los barrios sean más chicos y que cuenten con todos los servicios básicos necesarios como bodegas, escuelas, trabajo, etc. Esto impactaría de manera directa en la movilidad pues las personas reducirían notablemente los viajes largos.
¿Cómo se debería trabajar?
Una de las soluciones para este problema, según explicó el especialista, es que los urbanistas y vialistas trabajen en conjunto dentro de los municipios para que hagan propuestas integradas. Además, es necesario que no piensen en crear planes urbanos desde cero, sino que los planes urbanos vean como pueden mejorar lo que ya existe. Porque si se comienza desde cero es casi imposible que sea eficiente.
Por último, los planes de movilidad urbana sostenible deberían tener también planes para mejorar la iluminación, las vías peatonales, usos mixtos de las calles, que no haya muros ciegos donde se genere inseguridad, pues todo esto implica una mayor seguridad y calidad de vida para los ciudadanos en las calles.
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