Los espacios verdes son un recurso indispensable para lograr zonas urbanas que beneficien a la ciudadanía. Mejoran el medio ambiente, te permiten actividades de recreación, disminuyen el calor de la ciudad y, en tiempos de pandemia, reducen el riesgo al contagio de la Covid-19.
¿Cuánto pueden hacer las áreas verdes por nuestro bienestar? Según datos de la Fundación Aquae, un solo árbol puede absorber aproximadamente entre 10 y 30 kilogramos de CO2 al año. Por ello, especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguran que se necesita por lo menos un árbol por cada tres habitantes para respirar un mejor aire en las ciudades.
Sin embargo, apenas tres ciudades del Perú –Lima, Arequipa y Tacna– superan los 3 metros cuadrados de espacios verdes y nuestra capital se encuentra en el último lugar en el índice de ciudades verdes de América Latina, de acuerdo con el reporte “Ciudades del Perú” de Periferia y WWF.
El rol de las áreas verdes en las zonas urbanas
Hoy más que nunca, queremos un respiro en medio del duro contexto que vivimos debido a la COVID-19, siendo necesario contar con espacios abiertos y seguros que nos permitan recrearnos y mantenernos activos sin el riesgo de contagiarnos. De esta manera, los espacios verdes se han convertido en un recurso indispensable para llevar a cabo actividades de primera necesidad y para nuestro bienestar físico y mental en este segundo confinamiento obligatorio, donde en 10 regiones del país se ha brindado una hora para practicar deporte o caminar de forma individual.
No obstante, existen muchas más razones por las que deberíamos contar con más áreas verdes en nuestras ciudades:
1. Ayudan a filtrar la polución y crear un aire más limpio
De acuerdo con las Naciones Unidas, las ciudades ocupan solo el 3% de la tierra, pero representan del 60 al 80% del consumo de energía y al menos el 70% de las emisiones de carbono. Por ello, es importante que además de optar por alternativas sostenibles de transporte, se implemente una mayor cantidad de espacios verdes con especies de árboles propias de nuestras zonas geográficas que nos ayuden a hacerle frente al cambio climático.
2. Reducen el efecto de las altas temperaturas gracias a la sombra que proporcionan
El rol de los árboles en el espacio público también es importante para generar zonas de descanso en la ciudad. De hecho, según un estudio de 26 ciudades estadounidenses, colocar árboles para producir sombra es una de las estrategias más comunes y con mejores resultados para mitigar las islas de calor urbano (ICU), es decir, la percepción de alta temperatura en las zonas urbanas causadas por su gran cantidad de casas, edificios y construcciones con materiales como el cemento, hormigón y asfalto.
3. Contribuyen a mejorar la salud física y mental
Las áreas verdes nos ayudan a promover la actividad física, ayudando a contrarrestar enfermedades no transmisibles como la obesidad, diabetes, entre otras. Además, mejoran la salud mental de los habitantes al proporcionar lugares donde entretenerse, relajarse y reducir el estrés.
Por otro lado, permite realizar actividades al aire libre de bajo o ningún costo, favoreciendo a la equidad en las ciudades y mejorando la calidad de vida de los grupos demográficos con menores ingresos.
4. Protegen frente a desastres naturales
Los parques urbanos, según la zona geográfica, también pueden contribuir a disminuir el riesgo ante desastres naturales, sirviendo para retener o retardar el flujo de agua. Por ejemplo, la asociación Trust for Public Land, la Ciudad de Nueva York, la Universidad de Columbia y la Universidad de Drexel usaron humedales y parques litorales como amortiguadores verdes para proteger la ciudad de posibles tormentas.
En nuestro país, los vecinos del distrito de Independencia, plantaron árboles en laderas de zonas vulnerables a lluvias intensas y sismos para prevenir la caída de rocas y retener el barro y sedimentos.
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