El dispositivo surgió como una solución económica ante la limitada cantidad de ventiladores mecánicos en los hospitales.
La Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud (Minsa) autorizó el uso y la fabricación de un oxigenador diseñado por un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) para atender a pacientes con COVID-19.
Cabe precisar que se trata de una autorización de tipo excepcional, otorgada en el marco de la emergencia sanitaria declarada a nivel nacional por el Gobierno por la pandemia del nuevo coronavirus, y que estará vigente hasta la culminación de la misma.
VENTILACIÓN NO INVASIVA
Bajo la denominación de “Dispositivo de ventilación no invasiva Casco CPAP”, el equipamiento médico obtuvo el jueves pasado la autorización de la Digemid.
El doctor José Luis Mantari Laureano, líder del proyecto, destacó que la validación fue otorgada debido a los estudios realizados por el equipo de investigadores de la UNI y de la empresa D+Imac Lab SAC, así como a la eficacia del oxigenador en el tratamiento de los pacientes infectados con COVID-19.
“Después de haber superado las pruebas experimentales en el Hospital Dos de Mayo, el Hospital Guillermo Almenara y el Instituto Nacional de Salud desde el mes de julio, venimos distribuyendo cerca de mil dispositivos en decenas de hospitales del Ministerio de Salud y de EsSalud, con resultados óptimos y testimonios que dan cuenta de la efectividad del dispositivo”, aseveró Mantari.
El investigador precisó que este dispositivo surgió como una solución económica ante la limitada cantidad de ventiladores mecánicos en los hospitales. Asimismo, refirió que actualmente ya se viene usando este dispositivo en la atención primaria de saturación de oxígeno a muchos pacientes críticos, quienes -en la mayoría de casos- se recuperan exitosamente y sin llegar a pasar por la intubación endotraqueal.
Este oxigenador tipo casco no es necesariamente un reemplazo a la intubación endotraqueal, pero su uso puede reducir la posibilidad de entubamiento en un 35%, según sus creadores.
El casco opera mediante la administración de oxígeno a 15l/min que, funcionando de forma similar a una mascarilla venturi, y consigue altas concentraciones de oxígeno en el aire que respira el paciente. Además, cuenta con una salida con filtro para reducir la contaminación del nosocomio y con una válvula PEEP, cuya función es mantener la presión ideal en el pulmón para garantizar su mejor expansión y una mejor distribución del oxígeno.
(Andina)
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