Los pobladores se quejan porque no pueden adoptar las medidas de higiene para evitar posibles contagios. "Tenemos que salir a cargar en baldes, pero puede detenernos la policía”, dijo una vecina.
Más de mil familias del Pueblo Joven Nazareno de Chiclayo, región Lambayeque, demunciaron que no cuentan con el servicio de agua potable, y en plena emergencia por el nuevo coronavirus, no pueden adoptar las medidas de higiene y corren el riesgo de contagiarse del virus.
Los pobladores contaron que deben abastecerse todos los días de dos piletas, pero en horas de la noche en pleno “Toque de queda”, se ven obligados a comprar agua embotellada, arriesgándose a ser detenidos por la policía.
La situación es complicada en épocas de aislamiento, porque no cuentan con desagües en sus domicilios.
“La cisterna viene, pero no alcanza el agua. Necesitamos el agua para asearnos y preparar nuestros alimentos. Tenemos que salir a cargar en baldes, pero puede detenernos la policía”, indicó una vecina.
Los dirigentes del sector popular, contaron que, pese a los trámites hechos ante las autoridades locales y sanitarias, llevan 16 años sin ser atendidos. Pidieron finalmente a la Defensoría del Pueblo y Epsel, dotar de las cisternas suficientes, para no perjudicar a los niños, madres gestantes y adultos mayores.
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