En RPP, el decano del Colegio Químico Farmacéutico señaló que, pese a los esfuerzos de los laboratorios, los inescrupulosos logran falsificar los envases de los medicamentos, además de reintroducir al mercado los fármacos vencidos.
Este 10 de febrero es el Día contra la Falsificación de Medicamentos, una conmemoración establecida por el Ministerio de Salud (Minsa) en el 2018 con el objetivo de informar y prevenir a la población sobre los riesgos que implica para la salud y la vida de las personas el consumo de los medicamentos de origen ilegal.
A raíz de esta conmemoración, el decano del Colegio Químico Farmacéutico del Perú (CQFP), Anibal Díaz Robles, estuvo en Ampliación de Noticias para alertar los riesgos del consumo de los medicamentos alterados.
Inicialmente, Díaz Robles señaló que a pesar de que los laboratorios han implementados varias medidas, como los precintos, los colores nuevos y los tipos de letras, los falsificadores se las ingenian y encuentran la forma de duplicar estos formatos para engañar al consumidor.
Incluso, los inescrupulosos reciclan los medicamentos vencidos y les cambian la fecha de vencimiento.
Consultado por los riesgos a la salud, el decano ejemplificó que hay antibióticos que tienen una potencia de 500 miligramos, pero con el tiempo – y ya muy cerca de la fecha de vencimiento – la efectividad va reduciendo a 490 y 480 miligramos, progresivamente; y el efecto en el paciente no es el mismo.
“Llega un momento en que es tan poco que no me sirve”, acotó.
Si un paciente recibe un tratamiento con la esperanza de mejorar y, tras varios días, no muestra signos de recuperación, su salud puede empeorar considerablemente, alertó.
Incluso, si la sustancia falsificada no es dañina en sí misma, el hecho de que no cumpla su función terapéutica ya representa un riesgo significativo.
“Así sea la sustancia inocua, no está dando el resultado esperado o no me diagnostica lo que debe diagnosticar, también es un riesgo”, comentó.
La recomendación del decano del Colegio Químico Farmacéutico
Díaz Robles detalló que existen medicamentos que, por su naturaleza, son altamente tóxicos, como aquellos utilizados en el tratamiento del cáncer. El especialista detalló que estos pueden provocar efectos adversos, entre ellos la caída del cabello y náuseas.
Y advirtió que, si un medicamento de este tipo caduca y es nuevamente reintroducido en el mercado, representa un grave peligro para el paciente.
Además, algunos medicamentos, cuando se degradan, pueden generar compuestos aún más peligrosos. Un ejemplo de ello son las tetraciclinas, que pueden acumularse en los huesos y causar alteraciones óseas.
“Por ejemplo, las tetraciclinas se impregnan en los huesos y alteran a los huesos. Entonces, tomar una tetraciclina vencida es altamente peligroso”, indicó.
Finalmente, el decano recomendó a los usuarios acudir a boticas y farmacias registradas, e identificar que en el establecimiento se exhiba el título del farmacéutico a cargo, para tener la garantía de que comprarán un “producto real”.
Te recomendamos
Comparte esta noticia