Tras la intervención y en plena persecución los miembros de orden no se percataron que habían cruzado la frontera, generando el ataque por parte de desconocidos.
Efectivos policiales fueron secuestrados y llevados a un cuartel boliviano en la localidad de Cojata en la provincia de Huancané.
El hecho se produjo cuando los efectivos policiales cumplían su labor de intervenir contra la minería y comercio informal en la frontera entre Puno y Bolivia muy cerca a la comunidad de La Perla, a la altura del hito 18 de la frontera.
Los miembros del orden de la división de medio ambiente lograron perseguirlos hasta darse cuenta que ingresaron al país vecino, donde tres patrulleros fueron apedreados hasta ser intervenidos por miembros del ejército de Bolivia para trasladarlos.
Al conocerse esta situación el jefe policial de la región Puno, William Carrasco Becerra se dirige hasta este punto para conocer la situación.
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