El manolito de mejillas rosadas y mirada risueña es el más visitado por los pequeños antes de la Navidad, ellos piden en cartas sus deseos y muchos juguetes.
A escasos cinco minutos de la Plaza de Armas del Cusco, en la plazoleta de Espinar, se alza imponente el templo de La Merced, en su interior se halla sentado en un silla un manolito muy travieso, más conocido por la población como el “Niño Doctorcito”.
Apenas ingresamos nos cautivan sus mejillas rosadas, sus rizos y sus vivaces ojos negros. Con su sonrisa nos da la bienvenida, invitándonos a observar decenas de juguetes guardados en su urna.
Los objetos son traídos al Niño Doctorcito por sus devotos en agradecimiento a un milagro concedido.
Ahí podemos encontrar a simple vista carros sofisticados, peluches, aviones, casitas, objetos de oro y plata que le prenden en su pecho y decenas de cartas con muchos deseos. Algunos le colocan además dulces y chocolates.
La efigie con una antigüedad de 90 años es la más visitada durante las fiestas navideñas por las familias cusqueñas.
El “Niño Doctorcito” también es conocido como el “Niño Travieso” porque sale en las noches a jugar con su amigo el niño Melchor de Marcacocha, perteneciente al distrito de Ollantaytambo, en la provincia cusqueña de Urubamba.
Esta historia se ha esparcido por la Ciudad Imperial luego de que los padres mercedarios habían comentado en alguna oportunidad que se "encontraron los zapatitos del Niño Doctorcito, sucios, así como sus rodillas con tierra y restos de pasto". Mito o realidad, lo cierto es que esta versión cohexiste en el imaginario popular.
El “Niño Doctorcito” toma ésta denominación, además, porque se indica que ha sanado a muchos fieles en sus dolencias. "Él no solo les ha curado el cuerpo sino el alma", nos cuentan.
Todos las semanas el risueño manolito cambia de traje y hasta el momento nadie se atrevió a contar sus juguetes, se presume que son miles, los mismos que están guardadas en la sacristía del recinto religioso, caracterizado por su estilo barroco.
Cabe señalar que el último viernes, a las 6:00 de la tarde en la basílica menor de La Merced se inició la novena del Niño Doctorcito, motivo por el cual se le ha colocado en el altar mayor, él estará expuesto hasta el 24 de diciembre, fecha en que nace Cristo en todos los hogares del mundo.
Los fieles están invitados a participar durante los nueve días en su misa, será una especial ocasión para prepararnos adecuadamente para recibir la Navidad.
Por: Adelayda Letona
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