Entre los sudamericanos que coinciden en la celebración figuran Perú, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Uruguay y Venezuela.
La celebración del Día de la Madre, en el segundo domingo de mayo, no es exclusivo de nuestro país, pero tampoco es una fecha universal. Solamente en 34 países del mundo se homenajea a la mujer que lo da todo por sus hijos.
En estos países se festeja el Día de la Madre en la misma ocasión que el Perú: Alemania, Australia, Austria, Bélgica (excepto Amberes), Brasil, Chile, China, Canadá, Colombia (excepto Cúcuta), Croacia, Cuba, Dinamarca, Ecuador, Estados Unidos, Estonia, Filipinas y Finlandia.
También en Grecia, Países Bajos, Honduras, Italia, Japón, Letonia, Liechtenstein, Nueva Zelanda, Puerto Rico, República Checa, Suiza, Taiwán, Turquía, Ucrania, Uruguay y Venezuela.
Si bien la mayoría de naciones latinoamericanas rinde homenaje a la mamá en mayo, lo hacen en distinta fecha. El Salvador, Guatemala y México el 10; Paraguay el 15, el mismo día de su independencia; Bolivia el 27 en honor a unas heroínas y en Nicaragua el 30.
En tanto, Argentina lo celebra el tercer domingo de octubre y Panamá el 8 de diciembre por el Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
En el caso de España este día especial ya fue celebrado el primer domingo de mayo, al igual que Hungría, Lituania, Portugal y Sudáfrica.
En otros países como Rusia, Serbia y Bulgaria coincide con el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo. Mientras en el Reino Unido se celebra el "Mothering Sunday" el cuarto domingo del tiempo de Cuaresma.
Pero, por qué el segundo domingo de mayo
El moderno Día de la Madre fue creado por la activista Julia Ward Howe, en 1870, originalmente como un día de las madres por la paz, que luego se convirtió en un día para que cada familia honrase a su madre.
En 1914, el Congreso de Estados Unidos aprobó una resolución conjunta, y el presidente Woodrow Wilson firmó, para establecer que el segundo domingo de mayo de cada año se celebraría el Día de la Madre, haciendo hincapié en el papel de la mujer en la familia.
Hacia 1920, la activista Ana María Jarvis se percató de la comercialización generalizada de la idea de su madre (también Ana Jarvis) y manifestó su desacuerdo con las motivaciones que fueron dándose para la conmemoración.
Esto la hizo luchar en contra de este proceso que consideraba ilegítimo, hasta el punto de que en alguna ocasión fue arrestada por perturbar la paz debido a sus manifestaciones ruidosas.
Ella y su hermana Ellsinore, usaron su herencia y los recursos que disponían, para hacer campaña en contra de las celebraciones comerciales del Día de la Madre. Se quejaba amargamente del simbolismo negativo que representaba el enviar tarjetas pre-impresas para celebrar a las madres en su día.
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