La escenificación se realizará con bandas típicas de músicos y castillos de fuegos artificiales, el cual contará con la participación de 70 actores.
Hoy se realizó la escenificación de la estampa costumbrista ‘Cruz Velacuy’ en el atrio auxiliar de la Plaza de Armas del Cusco, a cargo del elenco del Centro Qosqo de Arte Nativo.
Dicho acto, que duró aproximadamente dos horas y contó con la participación de 70 artistas, se realizó en medio de coloridas danzas, escenas satíricas e hilarantes, protagonizadas por personajes como los mayordomos conocidos como ‘carguyoc’ y sacerdotes.
La escenificación se realizará con bandas típicas de músicos y castillos de fuegos artificiales que darán el punto culminante al espectáculo, refirió el director del Centro Qosqo de Arte Nativo, Luis Huayhuaca Villasante.
La actividad es auspiciada por la Empresa Municipal de Festejos del Cusco.
La fiesta andina del Cruz Velakuy
Las noches del 2 y 3 de mayo de cada año se vela la ‘cruz’ en todos los ámbitos del departamento de Cusco y el Perú en general.
Se trata de honrar el sagrado madero en que Cristo murió para redimir al mundo.
En el ámbito de la Ciudad Imperial, las cruces de todas las plazas, casas particulares y las que fueron erigidas por la piedad popular sobre las colinas, son veneradas por las familias lugareñas en medio de cánticos, bandas populares y bebidas tradicionales como el ponche de habas y el té piteado.
A la media noche los mayordomos invitan a los acompañantes el caldo de gallina y de cordero para calmar el intenso frío.
Días previos a la celebración central, un grupo de ciudadanos se dedican a adornar la ‘Cruz’ con sudarios lujosos, los mismos que destacan por sus bellas pedrerías, hilos dorados y plateados confeccionados finamente por conocidos artesanos a la luz de la luna.
También se observa al pie de la Cruz Velakuy, coronas de flores naturales, de papel, guirnaldas y centenares de velas que arden incesantemente desafiando el viento helado de la noche.
Cruces de colinas lejanas como la de Puquín, son traídas a la ciudad para adorarla a fin que puedan participar de la misa en el día central, por centenares de campesinos, devotos y fanáticos.
Los mayordomos tienen a su cargo la organización y la realización de la fiesta. Los cofrades o hermanos contribuyen a su mejor lucimiento y brillo con diversas ofrendas que se confunden en las misas, banda de músicos, cirios, licencias, abundantes bebidas de todo género y profusión extraordinaria de comestibles.
Todos contribuyen a la medida de sus posibilidades. En los altares, grandes y pequeños, riman dúos, tercetos, cuartetos, y sextetos de música popular al son del ‘pampa piano’, el arpa, el violín, las guitarras y las quenas.
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