En el distrito se tiene la creencia que las calaveras de sus antepasados cuidan la casa y las chacras de los robos o maldades.
Cada tres de noviembre se celebra la tradicional misa y bendición de calaveras en el distrito de Chongos Bajo, provincia de Huancayo, un ritual que busca rendirle culto, agradecimiento y solicitarle el cuidado de la casa a las calaveras de sus seres queridos.
Dicho ritual llamado Tullupampay (hueso enterrado) es una tradición con más de 500 años de antigüedad y la única actividad en honor a los cráneos de los abuelos, tatarabuelo, entre otros parientes, indicó el alcalde del distrito, Timoteo Munive.
Asimismo, la autoridad edil señaló que la creencia es que las calaveras, que son restos humanos verdaderos, cuidan las casas y chacras de quien lo tiene, incluso, en ocasiones se les coloca una piedra con un jebe para que la lancen en defensa de la vivienda.
En esta ocasión, más de 20 cráneos fueron llevados hasta el cementerio del distrito para escuchar la misa. A la vez, las calaveras abrigadas con gorras multicolores, reciben ofrendas como flores, tanta wawas, velas, maíz y frutas.
Por su parte, Marcelina Patilla Torres, contó que alrededor de cinco años lo acompañan “Máximo”, “Gerardo” y “Cirilo”, las calaveras de sus abuelos a quienes los encontró en un entierro y solo les pide un milagro en la casa.
Del mismo modo, Ida Tueros, manifestó que la calavera que tiene la heredó de su abuela y cada año la lleva a la misa para hacerla bendecir.
Por otro lado, las costumbres y rituales del distrito también están en las velas que se encienden en Canicruz. Carlota Tinoco explicó que las velas blancas son para la salud, las grises para la armonía, el morado para el trabajo y el rosado para el florecimiento.
Asimismo, detalló que las velas tienen un nudo para “amarrar” el deseo que se pide a la cruz y que, en algunos casos, se les enciende junto con una vela en forma de candado para consolidar el pedido.
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