Yovana Añamuro, vinculada al crimen de otra joven, habría reducido a la agente que la custodiaba, pero una versión adicional señala que su vigilante se quedó dormida.
Yovana Añamuro Blanco, de 26 años, escapó de la carceleta del Poder Judicial de Juliaca (Puno) luego de haber sido detenida como cómplice del asesinato de Gladis Roque Choque (25), quien era preventista de una empresa distribuidora.
La joven, de un metro y medio de estatura y contextura delgada, habría reducido a la agente que la custodiaba, según la versión del jefe de la División Policial Juliaca, coronel PNP, Víctor Figueroa Castilla.
Sin embargo, fuentes confidenciales, señalaron que la custodio se habría quedado dormida, lo que fue aprovechado por la joven para trepar una pared de más de dos metros y medio con la ayuda de una silla y darse a la fuga.
Pedro Roque, padre de la joven asesinada, que desapareció el pasado 14 de septiembre, cuestionó la labor de la Policía Judicial y demandó justicia por el asesinato de su hija.
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