La artesanía es uno de los sectores golpeados por la pandemia del nuevo coronavirus. Pero han tenido que reinventarse. “La estamos pasando muy mal. Ojalá el público nos pueda comprar de manera virtual”, dijo Jackie Ayasta.
Visitar Chiclayo y, en general, la región Lambayeque, era acudir a las diversas ferias de artesanía que ofrecían productos únicos de la zona. Pero la pandemia del nuevo coronavirus se ha tumbado al rubro así como otros que convocaban a mucha gente. Y a los genios de las manos no les ha quedado otra que reinventarse.
Y en estos días de cuarentena, se han puesto a diseñar mascarillas de tela de algodón (no sintética), con doble fondo y con detalles e iconografía ancestral (flores, aves, máscaras) como producto bandera para ofrecer vía internet, el único medio que los puede salvar.
La representante de las mujeres artesanas del distrito de Monsefú, ubicado a 12 kilómetros de Chiclayo, Jackeline Ayasta, contó que no les queda otro recurso porque la venta en ferias o estantes itinerantes se acabó hasta nuevo aviso.
“Vivimos de nuestro arte y a través de esto fomentamos el turismo, pero la estamos pasando muy mal. Vemos difícil que vengan ferias, pero no nos estamos quedando atrás. Estamos haciendo mascarillas bordadas, mandiles, manteles, tapajarras y tapapaneras. Ojalá el público nos pueda comprar de manera virtual. A mí me pueden encontrar en el Facebook de Manuela Ayasta”, le dijo a RPP.
Pero no solo es quedarse en el bordado a mano de mascarillas. Según Ayasta, también han pensado elaborar guantes y telares para cubrir los productos de casa y así, dar una opción de protección contra el virus en casa.
En las cuentas de Facebook de “Asociación, arte y cultura”, “Asociación de las manos monsefuanas”, "Surimana" y “Artesanía manos peruanas” se pueden apreciar fotos y detalles de los nuevos productos elaborados en esta emergencia.
“¿Qué va a ser de nosotros? No estamos en el bono de los independientes. Hay muchos talleres de danzas folclóricas que ya no se realizarán. Pedimos el apoyo de las autoridades”, dijo otro artesano.
Solo en el distrito de Monsefú se estima que más de mil familias viven de estas actividades artesanales y artísticas. Y en toda la región Lambayeque se calcula que hay más de 3 mil distribuidos en los distritos de Mórrope, Batangrande, Túcume, Íllimo, Inkahuasi y Salas.
Piden “bono” para el artesano
Según Ayasta, la crisis ha hecho que varias mujeres artesanas hayan empezado a vender verduras en las calles. Por eso pidió que se considere un “bono del artesano”, para atender al sector.
“Quiero decirles a mis amigas y amigos artesanas que sigan trabajando, confiando en que Dios nos va a ayudar. Ojalá que consideren este bono para el artesano, que sería de gran ayuda”, agregó.
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