En esta región norteña se ubica el único centro de ´Centro de Rescate del Pingüino de Humboldt´ y en poco tiempo se convertirá en el eje del repoblamiento de esta especie.
Hablar de Lambayeque es hacer mención de un sinfín de sus bondades ya conocidas; sin embargo hoy destacaremos el esfuerzo “conservacionista”, que se realiza en esta región norteña por salvar al pingüino peruano, una especie en peligro de extinción.
En el año 2009, nació la idea de implementar un centro de rescate, orientado a proteger la vida de estas indefensas especies. Los llamados a realizar una serie de aportes y poner en marcha tan importante proyecto natural fueron los ciudadanos Heinz Plenge, Pierre Gay, David Gill, Clement Laronde, Julio Paz Gaviño, Jaime Contreras Rivas y Guillermo Baigorria.
Este último nos cuenta que la idea era “alucinante” y pocos creyeron en el plan; sin embargo un año después se dio el primer paso para concretar lo que hoy se denomina “Centro de Rescate del Pingüino de Humboldt”, ubicado en la playa “Media Luna”, del distrito chiclayano de Puerto Eten.
“Empezamos con cuatro pingüinos que habían sido recuperados en Pisco, Ica y Lima. Nuestra meta era que Lambayeque cuente con el único y primer centro de recate de estas aves, lo logramos y ahora seguimos con lo nuestro”, expresa entre sonrisas, el también asesor de este recinto, Guillermo Baigorria.
A la fecha, el recinto tiene 18 ejemplares adultos, recuperados por la Policía Nacional y la Administración de Fauna Silvestre, en diferentes ciudades del país. Asimismo, 2 juveniles que nacieron hace 6 meses y que son el atractivo de los visitantes al ser la primera muestra de reproducción natural en el recinto. Adultos y juveniles se encuentran separados en dos pozas de aproximadamente 15 metros de largo y 5 de ancho.
Baigorria explica que los especímenes adultos se encuentran listos para su reproducción y en el transcurso del año puede que ocurra un nuevo milagro de la naturaleza, es decir contar con pingüinos bebés, resaltando que están en capacidad de poner entre 1 a 2 huevos y además hacerlo hasta 2 veces por año.
Aunque cuentan con el poco apoyo del Estado, ahora están orientados a mejorar el centro de rescate, cambiando el vetusto cerco de alambre púa y maya de 500 metros, por un cerco natural a base de pitahaya y así proteger a los “inquilinos” de los zorros y otros animales.
Es así como una vez más, Lambayeque, dando muestra de otras de sus virtudes, dentro de poco empezará a ser el eje del repoblamiento de pingüinos en zonas como Illescas en Piura, Chérrepe en La Libertad, entre otras.
Por: Rosario Coronado
Lea más noticias de la región Lambayeque
Comparte esta noticia