Los restos mortales del arzobispo emérito de Piura fueron sepultados en el cementerio San Miguel Arcángel, donde se hicieron presentes autoridades y público en general.
Tal como fue su deseo, el féretro del arzobispo emérito de Piura, Óscar Cantuarias Pastor, fue sepultado en el cementerio piurano San Miguel Arcángel en medio de un multitudinario acompañamiento de autoridades y población.
Durante la misa en la Basílica Catedral, el monseñor José Antonio Eguren Anselmi destacó que fue un gran luchador por los derechos de Piura y su ardua labor social realizada durante los casi 25 años que estuvo al frente de esta arquidiódecis y que lo llevaron a fundar la Casa Niño Piurano y la Asociación de la Vida para Niños Enfermos con Sida, entre otras.
Terminados los oficios, el féretro salió en hombros de ocho sacerdotes quienes lo colocaron en la carroza que lo trasladaría hasta su última morada.
Ya en el camposanto, conocido como Metropolitano, la alcaldesa Ruby Rodríguez entregó la medalla de la ciudad a la hermana de monseñor Cantuarias como homenaje póstumo y con la voz entrecortada, lo recordó como el hombre que siempre buscó el bienestar de la población piurana.
Por su parte, los familiares del extinto monseñor agradecieron al pueblo piurano por las diversas muestras de cariño y manifestaron que están satisfechos que se quede en la tierra a la que dedicó gran parte de su vida.
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