Jaime García Díaz, miembro del Directorio de la Cámara de Comercio de Lima, indicó que la cooperación de USAID representa entre el 25 y el 30 % del presupuesto de los programas que impulsan cultivos alternativos en el país, como el café y el cacao.
El pasado 27 de enero, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump dispuso suspender "toda la asistencia exterior" de su país "financiada por o a través del Departamento de Estado y de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)". Esto, por un lapso de 90 días, en los que se haría una revisión del empleo de los fondos de dicha asistencia.
No obstante, la continuidad de USAID es cada vez más incierta. El último lunes, sus oficinas en Washington fueron cerradas después de que Elon Musk, encargado del Departamento de Eficiencia Gubernamental de EE.UU., anunció que el presidente aceptó desmantelarla.
Al respecto, Jaime García Díaz, investigador principal del Instituto de Estudios Internacionales de la PUCP y miembro del Directorio de la Cámara de Comercio de Lima, en diálogo con RPP, advirtió que el cierre de esta agencia gubernamental afectaría enormemente a nuestro país, principalmente en lo que respecta a lucha antidrogas.
"La colaboración que ha tenido USAID en la lucha contra las drogas en el Perú ha sido la más importante desde el punto de vista de la cooperación internacional. Casi el 90 % de los recursos internacionales de cooperación provienen de los Estados Unidos (EE.UU.)", anunció.
¿En qué magnitud la lucha contra el narcotráfico en el Perú se vería afectada con la decisión de Donald Trump? Esto fue lo que respondió el especialista.
Podríamos perder un promedio de 30 millones de dólares al año en lucha antidrogas
García Díaz señaló que la lucha antidrogas consta de dos componentes: el componente de desarrollo alternativo y el componente de interdicción y erradicación de los cultivos ilícitos. En esa línea, destacó que la cooperación de USAID está "en la parte de desarrollo, en los programas de desarrollo alternativo".
"En su momento, la contribución representaba casi el 90 % del financiamiento a los programas de desarrollo alternativo. Eso hasta el año 2012, más o menos, y a la fecha su aporte representa entre 25 y 30 % para los programas de desarrollo alternativo, que complementan los recursos que tiene Devida", sostuvo.
"Hoy en día, el Gobierno peruano, en los últimos años, ha ido asumiendo mayor importancia en el financiamiento del desarrollo alternativo, pero sigue siendo importante ese 25, 30 %, porque son programas que van dirigidos principalmente a los ex cocaleros para que puedan desarrollar actividades en economías lícitas, como el caso del café, del cacao y otros productos que han sido muy exitosos", agregó.
En ese sentido, indicó que "si es que se cierra completamente la agencia, podríamos estar perdiendo alrededor de, más o menos, unos 50 a 60 millones de dólares al año" para diversos proyectos que actualmente tienen cooperación de USAID, de los cuales 30 millones están destinados a "proyectos de desarrollo alternativo".
"Lo que se ha invertido este año en estrategia antidrogas en el Perú son, más o menos, 170 millones de dólares. Y la cooperación de USAID es más o menos alrededor de unos 60 millones de dólares, y lo que es desarrollo alternativo casi la mitad, 30 millones de dólares", indicó.
Pero esta no es la única área en la que nuestro país recibe cooperación internacional de USAID. El especialista precisó que, si bien "alrededor de un 50 % del presupuesto de USAID para el Perú" se destina a lucha contra las drogas, también reciben estos fondos áreas como salud, democracia, y medio ambiente.
"En el caso ambiental, pondría como ejemplo el tema de la minería ilegal y la destrucción de los bosques en la Amazonía peruana. Esto no tiene un efecto solamente ambiental, que es potente, sino también son economías ilícitas que terminan, de alguna manera, en actos de corrupción, terminan infiltrados en el Congreso de la República y crean una desestabilidad política. Entonces, el tema no lo podemos tomar de manera individual, todo está interconectado", recalcó.
"En el caso de democracia ha habido programas para tratar de fortalecer los gobiernos regionales. En el caso de San Martín, por ejemplo, que es un caso bastante emblemático y donde ha habido muy buenos resultados, ha habido mucho aporte de parte de USAID en no solamente acompañar al gobierno regional en sus propuestas de planificación estratégica, sino también en capacitación de personal, en la implementación de una serie de programas", añadió.
Vale resaltar que, según ha indicado el Departamento de Estado estadounidense, los fondos de la cooperación exterior serán evaluados "para garantizar que sean eficientes y coherentes con la política exterior de los Estados Unidos en el marco de la agenda de Estados Unidos Primero". En esa línea, cabe preguntarse: ¿cómo beneficia a EE.UU. este tipo de programas de asistencia internacional?
"Beneficio de Estados Unidos es tener también países como el caso de Perú, de Colombia, de Ecuador, que puedan transitar de una situación de crisis muy grande que tienen ahora de seguridad, por ejemplo, para darle estabilidad a la región. Entonces, darles estabilidad a los países de la región favorece también, de alguna manera, a la relación con los Estados Unidos, ganan ambas partes", precisó García.
"Pero esa estabilidad de la región no es solamente programas de desarrollo alternativo, son una serie de componentes: programas de salud, programas de lucha contra la pobreza, programas de fortalecimiento de la democracia y programas de fortalecimiento de gobiernos regionales, programas ambientales. Son varios componentes, el desarrollo tiene que ver con varios componentes, no es solamente un componente único y no se puede reducir la agenda a un solo tema", puntualizó.
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