Las protestas son porque el gas no llega a las mismas provincias donde se produce y la venta es más costosa que en el caso del gas exportado, informaron los manifestantes.
Un contingente policial que protegía las inmediaciones del yacimiento de gas de Camisea, al sureste de Perú, por la presencia de manifestantes en huelga, se trasladó hoy a la ciudad del Cuzco para reforzar el dispositivo en el en torno de la ciudadela incaica de Machu Picchu ante probables bloqueos.
Una fuente policial en la ciudad de Quillabamba, donde se concentra desde hace nueve días la protesta de pobladores contra la exportación del gas, informó a Efe de que la tensión motivó la llegada de un número no precisado de agentes de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) y de la Dirección Regional del Cuzco en el centro poblado de Kiteni, distrito de Echarate.
Pero el día de hoy, miércoles, el contingente que había llegado del Cuzco regresó a esa ciudad andina para dirigirse a proteger Machu Picchu, el principal atractivo turístico del país, de eventuales desórdenes.
Asimismo, la fuente policial informó de que un grupo de 30 manifestantes ingresó ayer, martes, a un campamento de comunicaciones de Transportadora de Gas del Perú (TGP), a cargo de la distribución del recurso hacia la costa del país, y robó una radio y otros equipos.
La policía aclaró que los dos miembros de seguridad del lugar, reportados anoche como desaparecidos, llegaron esta madrugada a Kiteni después de haber huido de los manifestantes.
La movilización de protesta se sentía hoy con mayor fuerza en las ciudad de Quillabamba y los poblados de Kiteni y Palma Real, donde todos los servicios públicos estaban cerrados y no hay tránsito en las carreteras.
La fuente precisó que hay piquetes de manifestantes en diversos puntos de las carreteras y que la policía intenta mantener el control durante las movilizaciones que también continúan.
El domingo pasado el Gobierno peruano declaró al distrito cuzqueño de Echarate en estado de emergencia después de que dos días antes se produjera un ataque contra la estación del gas de Camisea.
La Cámara de Comercio de La Convención informó ayer que el paro en esa provincia genera pérdidas diarias de 10 millones de nuevos soles (más de 3,5 millones de dólares).
La exportación del gas natural peruano, que ya comenzó con envíos a México y España, es objeto de una fuerte oposición dentro del país.
Las provincias del sur y entre sectores de izquierda especialmente protestan porque el gas no llega a las mismas provincias donde se produce y porque su venta en Perú es más costosa para el consumidor que en el caso del gas exportado.
EFE
Una fuente policial en la ciudad de Quillabamba, donde se concentra desde hace nueve días la protesta de pobladores contra la exportación del gas, informó a Efe de que la tensión motivó la llegada de un número no precisado de agentes de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) y de la Dirección Regional del Cuzco en el centro poblado de Kiteni, distrito de Echarate.
Pero el día de hoy, miércoles, el contingente que había llegado del Cuzco regresó a esa ciudad andina para dirigirse a proteger Machu Picchu, el principal atractivo turístico del país, de eventuales desórdenes.
Asimismo, la fuente policial informó de que un grupo de 30 manifestantes ingresó ayer, martes, a un campamento de comunicaciones de Transportadora de Gas del Perú (TGP), a cargo de la distribución del recurso hacia la costa del país, y robó una radio y otros equipos.
La policía aclaró que los dos miembros de seguridad del lugar, reportados anoche como desaparecidos, llegaron esta madrugada a Kiteni después de haber huido de los manifestantes.
La movilización de protesta se sentía hoy con mayor fuerza en las ciudad de Quillabamba y los poblados de Kiteni y Palma Real, donde todos los servicios públicos estaban cerrados y no hay tránsito en las carreteras.
La fuente precisó que hay piquetes de manifestantes en diversos puntos de las carreteras y que la policía intenta mantener el control durante las movilizaciones que también continúan.
El domingo pasado el Gobierno peruano declaró al distrito cuzqueño de Echarate en estado de emergencia después de que dos días antes se produjera un ataque contra la estación del gas de Camisea.
La Cámara de Comercio de La Convención informó ayer que el paro en esa provincia genera pérdidas diarias de 10 millones de nuevos soles (más de 3,5 millones de dólares).
La exportación del gas natural peruano, que ya comenzó con envíos a México y España, es objeto de una fuerte oposición dentro del país.
Las provincias del sur y entre sectores de izquierda especialmente protestan porque el gas no llega a las mismas provincias donde se produce y porque su venta en Perú es más costosa para el consumidor que en el caso del gas exportado.
EFE
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