La implementación del libro de reclamaciones en el que los consumidores podrán consignar sus quejas por malos servicios o productos.
La implementación del libro de reclamaciones en el que los consumidores podrán consignar sus quejas por malos servicios o productos, “fortalece y consolida” la democracia, y todas las instituciones del Estado también deben tenerlo, dijo hoy el presidente Alan García Pérez.
Explicó que se fortalece la democracia porque esta también se expresa en la capacidad de los ciudadanos para defender sus derechos en su condición de consumidores, y para participar y “tener voz” en la marcha del mercado.
Añadió que con el libro de reclamaciones termina la época en la que ante un mal servicio o producto, el consumidor recibía por respuesta a sus reclamos la frase: “Estamos en el Perú”.
“Esa época termina, en la medida que la democracia se fortalece y tenemos instrumentos por los que hay interacción y el consumidor puede retroalimentar la buena marcha del mercado teniendo voz. Esa es la importancia del libro de reclamaciones”.
Recordó que la democracia no es únicamente separación de poderes, elecciones periódicas o universalización de servicios, sino un tejido de relaciones que debe construirse pacientemente y ser sostenida con instrumentos como el Libro de Reclamaciones.
Asimismo, pidió ampliar el uso de este mecanismo también a todas las instituciones del Estado e indicó que, para ello, no se requiere dar una ley, sino firmar un decreto supremo, por tratarse de una medida orientada a mejorar el funcionamiento del gobierno.
Con ello, dijo, se decretaría la obligatoriedad de tener un libro de reclamaciones en todo el sector público, en especial, en los municipios, regiones, hospitales y ministerios.
“Eso es justo. No podemos imponer al sector privado aquello que el Estado no se autoimpone también”, expresó.
Pidió a la jefa del gabinete, Rosario Fernández, presente en la ceremonia, acoger su propuesta, “para que todo aquel que llega una ventanilla pública y no es atendido pueda registrar sus quejas en el libro de reclamaciones”.
En ese caso, planteó, ya no sería el Instituto Nacional de Defensa del Consumidor y de la Propiedad Intelectual (Indecopi) el encargado de analizar las quejas e imponer sanciones, sino la Contraloría o el sector encargado del área puesta en cuestión por el ciudadano.
“Necesitamos disciplinar al Estado para que como ofertante de bienes y servicios tenga libro de reclamaciones”, insistió.
El presidente García hizo entrega simbólica de libros de reclamaciones a los representantes de las empresas de telefonía, de grandes cadenas de mercado, del Banco de la Nación, entre otros.
Asimismo, como parte de las celebraciones por el acto, el dignatario solicitó a la banda de música de la Policía Nacional toquen la pieza musical “Todos Vuelven”, de los Morochucos. Andina
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