Enrique Vargas Barrenechea dijo que no ha traicionado a Waldo Rios y lamentó que lo haya dejado solo con todos los problemas que afronta la región.
El presidente regional encargado del Gobierno Regional de Áncash, Enrique Vargas Barrenechea, dijo que no se considera un traidor, tal como lo han tildado sus detractores y seguidores del presidente electo, Waldo Ríos Salcedo.
Lamentó que Ríos lo haya dejado solo con todos los problemas que afronta la región y reiteró que en varias oportunidades ha intentado comunicarse con él, pero no le contesta.
Vargas reconoció que no tiene experiencia en política, pero precisó que el pueblo verá los resultados. "Voy a trabajar para sacar a Áncash del lodo y el caos en el que se encuentra. Quiero hacer las cosas bien", sosuvo.
Asimismo, mencionó que la prioridad de su mandato es hacer las gestiones para culminar las obras paralizadas en los colegios, debido a que falta menos de un mes para el inicio de clases.
Respecto al ofrecimiento de los 500 soles que hizo Waldo Ríos durante la campaña electoral, expresó que su ejecución está en evaluación porque, primero, tienen que ver de dónde saldrá el presupuesto.
La autoridad regional también negó la presunta intromisión del ministro de Trabajo, Fredy Otárola Peñaranda, en su gobierno y dejó en claro que las decisiones en aras de mejorar la gestión regional, las toma solo él.
Sobre la investigación que realiza el Ministerio Público por presuntamente mentir en su hoja de vida para postular como vicepresidente, Vargas manifestó que no presentó información falsa.
El presidente regional dará a conocer su informe sobre el estado en el que ha recibido la región el próximo miércoles en la sesión de consejo extraordinaria.
También harán su exposición el nuevo gerente general, Róger Calderón y los gerentes de línea.
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