´Siempre aparecen cadáveres a la intemperie, hasta de niños, y los perros vagos los devoran sin que nadie diga nada´, señaló un vecino de la zona.
Unas 20 tumbas del cementerio del barrio Cuesta Blanca, en localidad de Puno, han sido profanadas por desconocidos en lo que va del año.
Los familiares de los difuntos expresaron su preocupación por esta situación y denunciaron que el camposanto no cuenta con seguridad.
"Siempre aparecen cadáveres a la intemperie, hasta de niños, y los perros vagos los devoran sin que nadie diga nada", dijo un vecino identificado como Raúl Mendoza.
Agregó que el cementerio está a cargo de la Sociedad de Beneficencia Pública de Puno, donde se paga por el derecho de entierro.
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